El emblemático proyecto Las Salinas, desarrollado por Inmobiliaria Las Salinas, una filial de Empresas Copec, se encuentra en el centro de un debate que mezcla desarrollo urbano y ambiental en Viña del Mar. Este proyecto, que busca transformar un terreno que durante décadas albergó silos de combustible, enfrenta complicaciones que amenazan su avance. Con una inversión proyectada de US$ 1.300 millones para el año 2040, de los cuales ya se han ejecutado US$ 20 millones, la iniciativa se ha visto afectada por un conflicto con la Dirección de Obras Municipales (DOM) debido a demoras en la entrega del Certificado de Informes Previos (CIP).
La situación ha llevado a la empresa a presentar una denuncia por presuntas irregularidades en el proceso ante la misma DOM. En este contexto, el gerente general de Copec, Arturo Natho, junto con el gerente de Inmobiliaria Las Salinas, Ricardo Labarca, se reunieron el 26 de septiembre con el ministro de Economía, Álvaro García. Durante esta reunión, se expuso cómo la permisología y el exceso de burocracia, junto con la falta de coordinación entre organismos del Estado, están retrasando de manera grave la ejecución del proyecto. Se solicitó, además, lineamientos que permitan corregir esta lógica administrativa que prolonga los plazos y genera incertidumbre, a pesar de que los fundamentos técnicos y ambientales ya han sido validados por diversos tribunales.
A pesar de estos obstáculos, Inmobiliaria Las Salinas ha declarado que el proyecto continúa avanzando con resultados concretos. En su comunicación, la empresa destacó que, tras más de un año desde el inicio de las obras de remediación, se encuentra en plena fase de operación en el Paño Sur, con biopilas instaladas y funcionando conforme a lo establecido en la Resolución de Calificación Ambiental favorable. Este avance ha sido ratificado de manera unánime tanto por el Comité de Ministros como por el Tribunal Ambiental, lo que refleja el compromiso del proyecto con el desarrollo sustentable de la región.
El proyecto Las Salinas no solo busca la remediación del terreno, sino que también contempla edificaciones de mediana altura para proteger las vistas de la ciudad, así como la creación de un parque central que conecte el borde costero con la vida del barrio. Se prevé que el 40% del espacio sea público, centrado en el peatón, lo que podría transformar la dinámica urbana de Viña del Mar.
Sin embargo, la oposición al proyecto no se ha hecho esperar. A principios de septiembre, un grupo de opositores intentó invalidar el permiso ambiental del proyecto en tribunales. Aunque fracasaron ante el Segundo Tribunal Ambiental, ahora buscan hacerlo a través de recursos de casación en la Corte Suprema. Entre los reclamantes se encuentran figuras como Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, y Gonzalo Pavez Sepúlveda, activista ambiental. Argumentan que el proyecto no ha determinado adecuadamente el área de influencia y que se debió considerar el sector de la playa en la evaluación ambiental.
El escrito presentado por Herman sostiene que el área de influencia, que abarca el terreno de 10 hectáreas objeto del proyecto de biorremediación, ha sido tratado de manera superficial, sin considerar la regulación ambiental que debería aplicarse. En este sentido, los opositores han señalado que el fallo unánime del Tribunal Ambiental favorable al proyecto fue el octavo intento por parte de quienes se oponen a la iniciativa. Sin embargo, desde Inmobiliaria Las Salinas se ha destacado que el proyecto ha avanzado dentro de un proceso que ha contado con la validación constante de la institucionalidad ambiental.
La aprobación del Servicio de Evaluación Ambiental, la ratificación del Comité de Ministros en 2023 y el reciente fallo unánime del Segundo Tribunal Ambiental en agosto de 2025 son pruebas de la solidez técnica y jurídica del plan de remediación. Estas validaciones han sido fundamentales para asegurar la seguridad del proyecto para la comunidad y su plena compatibilidad con la normativa vigente.
En medio de este complejo panorama, la empresa ha utilizado mecanismos institucionales como la plataforma de Lobby para solicitar reuniones con diversas autoridades y mantener informados a los actores relevantes sobre el estado del proyecto. La reunión con el ministro de Economía fue una de estas instancias, donde se abordaron los avances y los desafíos que enfrenta la iniciativa.
El proyecto Las Salinas representa una oportunidad para revitalizar una zona que ha estado marcada por la contaminación y el abandono. Con un enfoque en la sostenibilidad y el desarrollo urbano, se espera que esta iniciativa no solo mejore la calidad del entorno, sino que también impulse la economía local a través de la creación de empleos y la atracción de inversiones. Sin embargo, el camino hacia su materialización está lleno de desafíos burocráticos y legales que deberán ser superados para garantizar su éxito.