La emisión de licencias médicas electrónicas (LME) en Chile ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, superando el aumento de los cotizantes que tienen derecho a ellas. En 2019, se registraron más de 6 millones de LME, mientras que para 2023 esta cifra se elevó a más de 8 millones. Este incremento ha generado preocupación en la industria de isapres, especialmente tras las recientes denuncias de la Contraloría General de la República sobre la salida de 25 mil trabajadores fiscales del país mientras estaban con licencia médica. Este fenómeno ha puesto de manifiesto las deficiencias en el sistema de fiscalización de licencias médicas, particularmente en el papel de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin).
El aumento en la emisión de LME ha llevado a un debate sobre la efectividad de Compin, que tiene la responsabilidad de autorizar y controlar las licencias médicas. A pesar de que el organismo ha sido señalado como el eslabón más débil en la cadena de fiscalización, su capacidad para manejar el volumen de trámites ha sido cuestionada. Según un proyecto de ley presentado por el gobierno, Compin no está en condiciones de atender todos los trámites en los plazos esperados, lo que ha llevado a la propuesta de concentrar sus funciones en Fonasa, aunque manteniendo su rol como segunda instancia.
### La Falta de Coherencia en las Decisiones de Compin
Uno de los principales problemas que enfrentan las isapres es la falta de un criterio uniforme en las decisiones de Compin. Cada región tiene su propia Compin, y las decisiones sobre la aceptación o rechazo de licencias médicas pueden variar significativamente, incluso para casos similares. Este desajuste en los criterios ha generado frustración entre las isapres, que argumentan que la falta de justificación en las decisiones de Compin dificulta la comprensión de los motivos detrás de las resoluciones. La Asociación de Isapres ha señalado que, a menudo, las resoluciones de Compin no se basan en una racionalidad clara, lo que lleva a inconsistencias en la aprobación de licencias médicas.
La directora nacional de Compin, Valeria Céspedes, ha reconocido la necesidad de mejorar la coherencia en las decisiones a nivel nacional. En respuesta a las críticas, ha mencionado que se están implementando programas de capacitación para los contralores médicos y se está preparando un Manual Nacional de Contraloría Médica. Sin embargo, las isapres continúan demandando un protocolo que unifique criterios y garantice que las decisiones se fundamenten adecuadamente, especialmente cuando estas decisiones impactan en las cotizaciones de salud.
### La Necesidad de Reformas Estructurales
Expertos en salud han señalado que es urgente fortalecer la estructura de Compin o incluso crear una entidad única y autónoma que se encargue exclusivamente de la fiscalización de licencias médicas. La actual fragmentación de funciones en 16 seremías de salud ha llevado a una falta de gobernanza sólida y a una variabilidad en las decisiones. Rafael Caviedes, exdirector de Fonasa, ha destacado que la dependencia política de los intendentes regionales influye en las políticas de manejo de las Compin, lo que resulta en diferencias notables en la aceptación o rechazo de licencias médicas.
La propuesta de crear un organismo autónomo con facultades similares a las del Servicio de Impuestos Internos (SII) ha ganado apoyo entre los expertos. Esto permitiría una mayor flexibilidad administrativa y una modernización del sistema de fiscalización de licencias médicas. La economista Soledad Hormazábal ha enfatizado la importancia de unificar criterios entre las Compin y fortalecer su capacidad para controlar la emisión de licencias médicas, especialmente en el contexto del seguro público, que tiene incentivos más claros para gestionar adecuadamente los recursos.
A medida que el debate sobre la fiscalización de licencias médicas continúa, queda claro que se requieren cambios significativos en la estructura y funcionamiento de Compin. La falta de coherencia en las decisiones y la incapacidad para manejar el volumen de trámites son desafíos que deben abordarse para garantizar un sistema de salud más eficiente y justo para todos los chilenos. La creación de un organismo autónomo y la implementación de protocolos claros podrían ser pasos cruciales hacia una mejora en la fiscalización de las licencias médicas en el país.