La reciente concesión de derechos de extracción de agua a la comunidad de Socaire, en la región de San Pedro de Atacama, marca un avance significativo en la gestión de recursos hídricos en una de las zonas más áridas del mundo. La Dirección General de Aguas (DGA) de Antofagasta ha otorgado al Comité de Agua Potable Rural (APR) de Socaire el derecho a extraer 2,7 litros por segundo de la vertiente natural conocida como «Solar». Esta decisión no solo asegura el suministro de agua potable para más de 550 habitantes, sino que también responde a una necesidad histórica que ha afectado a la comunidad durante décadas.
La concesión tiene una vigencia de 30 años, con posibilidad de prórroga, y se enmarca dentro de la reforma al Código de Aguas de 2022, que prioriza el consumo humano y el uso doméstico. Este cambio legislativo es crucial en un contexto donde el acceso al agua se ha convertido en un tema de debate nacional, especialmente en regiones donde la escasez es una realidad cotidiana.
### Importancia de la Concesión de Derechos de Agua
La concesión de derechos de extracción de agua es un paso fundamental para garantizar el acceso a este recurso vital. En el caso de Socaire, el Comité APR, fundado en 1985, ha estado operando bajo un permiso transitorio que limitaba su capacidad de gestión y planificación a largo plazo. Con la nueva concesión, la comunidad no solo obtiene seguridad en el suministro de agua, sino que también se le otorgan herramientas para gestionar de manera sostenible este recurso.
El seremi de Obras Públicas, Pedro Barrios, destacó la relevancia de esta autorización, señalando que responde a una necesidad histórica de la comunidad. La certeza de contar con agua potable y saneamiento es un derecho humano irrenunciable, y el Estado tiene la responsabilidad de garantizarlo. Esta concesión es un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden alinearse con las necesidades de las comunidades, especialmente en regiones vulnerables como el altiplano chileno.
Además, el director regional de Aguas, Arturo Beltrán, enfatizó que este reconocimiento definitivo satisface una necesidad básica y urgente de los usuarios. La implementación de un sistema de monitoreo y transmisión de datos sobre la extracción de agua es parte de las obligaciones que el Comité de Socaire deberá cumplir, asegurando así una gestión responsable y sostenible del recurso.
### Contexto de Escasez Hídrica en la Región
La región de San Pedro de Atacama es conocida por su clima árido y su escasez de agua. La situación se ha vuelto crítica en los últimos años, con un aumento en la demanda de agua debido al crecimiento poblacional y la expansión de actividades económicas, como la minería y el turismo. La falta de acceso a agua potable ha llevado a muchas comunidades a depender de soluciones temporales y poco sostenibles, lo que a su vez ha generado conflictos por el uso del agua.
La reforma al Código de Aguas de 2022 fue un intento de abordar estas problemáticas, priorizando el acceso al agua para consumo humano y saneamiento. Sin embargo, la implementación de estas políticas ha sido un desafío, y muchos grupos comunitarios aún luchan por obtener derechos de agua que les permitan asegurar su supervivencia y desarrollo.
La concesión otorgada a Socaire es un ejemplo positivo que podría servir de modelo para otras comunidades en situaciones similares. La gestión sostenible del agua es esencial no solo para garantizar el acceso a este recurso, sino también para preservar el medio ambiente y fomentar el desarrollo económico local.
En este contexto, es fundamental que las autoridades continúen trabajando en la implementación de políticas que prioricen el acceso al agua y que promuevan la participación activa de las comunidades en la gestión de sus recursos. La experiencia de Socaire puede ser un faro de esperanza para otras localidades que enfrentan desafíos similares.
La comunidad de Socaire ha demostrado que, a través de la organización y la colaboración, es posible lograr avances significativos en la defensa de sus derechos. La concesión de derechos de extracción de agua no solo representa un triunfo para la comunidad, sino que también es un llamado a la acción para otras localidades que buscan asegurar su acceso a este recurso vital. La lucha por el agua es una lucha por la vida, y cada paso hacia la justicia hídrica es un paso hacia un futuro más sostenible y equitativo.
