En los últimos meses, el sector de la construcción de viviendas sociales en Chile ha enfrentado una crisis financiera sin precedentes. Las constructoras han denunciado retrasos significativos en los pagos por parte del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) de la Región Metropolitana, lo que ha generado un impacto negativo en muchas pequeñas y medianas empresas del sector. Esta situación ha llevado a que las deudas acumuladas se aproximen a los 1.000 millones de dólares, según estimaciones de los actores involucrados.
La Asociación Nacional de Constructoras de Viviendas Sociales (Anacon), que agrupa a cerca de 80 empresas, ha manifestado su preocupación por la falta de recursos disponibles para cumplir con los compromisos adquiridos. Felipe Valdivia, presidente de Anacon, ha señalado que en sus 20 años de experiencia en el sector, nunca había visto una situación tan crítica, donde el presupuesto se agotara tan pronto en el año. La situación se ha vuelto insostenible, y las constructoras se ven obligadas a buscar soluciones para enfrentar esta crisis.
### Impacto en el Sector de la Construcción
El impacto de esta crisis se ha sentido principalmente en la capital, donde las constructoras han comenzado a experimentar problemas de liquidez. Carlos Marambio, gerente general de la Asociación de Desarrolladores de Vivienda Social (ADVS), ha indicado que el déficit presupuestario del Serviu Metropolitano para este año podría alcanzar los 312 mil millones de pesos. Esta situación ha llevado a que las constructoras no solo enfrenten retrasos en los pagos por obras ya ejecutadas, sino también a que se nieguen anticipos y créditos de enlace necesarios para continuar con sus proyectos.
Desde mayo, las constructoras comenzaron a detectar una estrechez de recursos, y en junio, la subsecretaria de Vivienda, Gabriela Elgueta, confirmó que no habría problemas con las obras en ejecución del Plan de Emergencia Habitacional. Sin embargo, en agosto y septiembre, las empresas se dieron cuenta de que no había fondos suficientes ni siquiera para las familias que compran casas por su cuenta y que dependen de los subsidios del Serviu.
La situación ha sido descrita como un problema estructural, donde las deudas acumuladas por el Serviu han superado la capacidad de pago del presupuesto anual. Esto ha llevado a que las constructoras se vean obligadas a asumir gastos financieros que no deberían corresponderles, lo que agrava aún más la crisis en el sector.
### Respuestas del Gobierno y Propuestas de Solución
El Ministerio de Vivienda ha reconocido las dificultades de pago en el Serviu, pero ha aclarado que la situación se debe a un gasto proyectado mayor al presupuesto vigente. La cartera liderada por Carlos Montes ha indicado que se están implementando medidas para incrementar los recursos del sector y que se está trabajando en coordinación con la Dirección de Presupuestos.
El gobierno ha lanzado un Plan de Emergencia Habitacional con el objetivo de construir 260 mil soluciones habitacionales, pero las constructoras han hecho un llamado urgente al Ministerio de Hacienda para que se suplementen los recursos necesarios. Marambio ha enfatizado que es fundamental que Hacienda y la Dirección de Presupuestos logren atender las solicitudes del Ministerio de Vivienda para poder cumplir con los compromisos adquiridos.
Una de las soluciones propuestas ha sido la implementación del sistema de confirming, que permite a las empresas financieras adelantar el pago a proveedores a cambio de una comisión. Sin embargo, este sistema ha generado preocupación entre las constructoras, ya que los costos asociados pueden afectar las utilidades de los proyectos. Valdivia ha señalado que el confirming, aunque ofrece tasas de interés más bajas que otros métodos de financiamiento, puede resultar en una carga financiera significativa si se extiende por varios meses.
La crisis en el sector de la construcción de viviendas sociales en Chile es un reflejo de problemas más amplios en la gestión de recursos públicos y la planificación presupuestaria. La falta de coordinación entre las distintas entidades gubernamentales y la presión sobre el presupuesto nacional han llevado a una situación insostenible que requiere atención inmediata. Las constructoras, que son fundamentales para abordar el déficit habitacional en el país, están en una encrucijada y necesitan soluciones efectivas para poder continuar operando y cumplir con su misión de proporcionar viviendas a las familias chilenas.