En un nuevo episodio de ineficiencia legislativa, la Comisión de Constitución del Senado chileno no logró llevar a cabo su sesión programada debido a la falta de quórum. Este incidente, que tuvo lugar el pasado martes, ha generado una ola de críticas y reflexiones sobre la efectividad del trabajo parlamentario en el país. La sesión estaba destinada a discutir una moción que busca modificar el Código Penal para incluir circunstancias agravantes en delitos cometidos contra dirigentes de juntas de vecinos. Sin embargo, solo dos senadores se presentaron: Luz Ebensperger (UDI) y Pedro Araya (PPD), dejando a la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, y a otros invitados en la incertidumbre.
La ministra Vallejo, quien se encontraba conectada de forma telemática, expresó su disposición para una nueva sesión, pero el hecho de que la reunión no se llevara a cabo ha puesto en evidencia la falta de compromiso de algunos parlamentarios. Este fracaso se suma a una serie de incidentes similares, incluyendo una reciente sesión de la Cámara de Diputados que también fracasó por la ausencia de legisladores. En esa ocasión, el Presidente Gabriel Boric hizo un llamado a la responsabilidad, sugiriendo que los parlamentarios deberían dedicar su tiempo a trabajar en leyes significativas en lugar de ausentarse de sus obligaciones.
La situación ha suscitado un debate sobre la cultura del trabajo en el Congreso y la necesidad de que los legisladores asuman su responsabilidad ante la ciudadanía. La falta de quórum no solo retrasa la discusión de proyectos importantes, sino que también genera desconfianza en la capacidad del sistema político para abordar los problemas del país. La crítica no se ha hecho esperar, y algunos parlamentarios han recordado episodios pasados en los que tanto el Presidente Boric como la ministra Vallejo también estuvieron ausentes en momentos cruciales, lo que ha llevado a cuestionar la moralidad de sus reproches actuales.
El contexto actual del Congreso es complejo, con una ciudadanía cada vez más exigente y un panorama político que demanda respuestas rápidas y efectivas. La falta de quórum en la Comisión de Constitución es un síntoma de un problema más profundo que afecta la credibilidad de las instituciones. La necesidad de reformas que fortalezcan la participación y el compromiso de los legisladores es más urgente que nunca.
### La Reacción del Gobierno y la Oposición
La reacción del gobierno ante este nuevo tropiezo legislativo ha sido de preocupación, pero también de resignación. La ministra Vallejo, al ser informada de la situación, no ocultó su descontento, pero se mostró abierta a reprogramar la sesión. Por otro lado, la oposición ha aprovechado la ocasión para criticar la gestión del gobierno, recordando que la falta de quórum no es un fenómeno nuevo y que ha sido una constante en el trabajo legislativo de los últimos años.
El presidente de la Cámara de Diputados, José Miguel Castro, ha sido uno de los más vocales en este debate, recordando que en ocasiones anteriores, tanto el Presidente Boric como la ministra Vallejo también habían estado ausentes en momentos críticos. Esta respuesta ha generado un intercambio de acusaciones entre el gobierno y la oposición, donde cada parte intenta deslindar responsabilidades y señalar al otro como el culpable de la ineficiencia legislativa.
La falta de quórum no solo afecta la imagen del Congreso, sino que también tiene repercusiones en la agenda legislativa. Proyectos importantes, como la modificación del Código Penal para proteger a los dirigentes de juntas de vecinos, quedan en el limbo, lo que puede tener consecuencias graves para la seguridad y el bienestar de las comunidades. La incapacidad de los legisladores para reunirse y discutir estos temas críticos pone de manifiesto una desconexión entre el Congreso y la realidad que viven los ciudadanos.
### Propuestas para Mejorar la Eficiencia Legislativa
Ante esta situación, surgen propuestas para mejorar la eficiencia del trabajo legislativo. Una de las más mencionadas es la implementación de mecanismos que aseguren la asistencia de los parlamentarios a las sesiones. Esto podría incluir sanciones para aquellos que no se presenten sin justificación, así como incentivos para fomentar la participación activa en las discusiones.
Además, se ha sugerido la necesidad de revisar el sistema de convocatorias y horarios de las sesiones, adaptándolos a las realidades de los legisladores y buscando maximizar la asistencia. La creación de un sistema de seguimiento que permita a los ciudadanos conocer la asistencia y participación de sus representantes podría ser un paso importante para aumentar la transparencia y la rendición de cuentas.
La crisis de quórum en el Senado es un llamado de atención para todos los actores políticos. La ciudadanía exige un Congreso que funcione, que discuta y que legisle en beneficio de la sociedad. La falta de compromiso de algunos parlamentarios no solo afecta la imagen de la institución, sino que también pone en riesgo el avance de proyectos que son vitales para el desarrollo del país. La responsabilidad recae en cada uno de los legisladores, quienes deben recordar que su trabajo no es solo un deber, sino un compromiso con la ciudadanía que los eligió.
