El reciente anuncio del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sobre el cambio de nombre del buque petrolero USNS Harvey Milk ha generado un intenso debate en el país. Este barco, que honra la memoria de uno de los primeros funcionarios electos abiertamente gay en Estados Unidos, ha sido objeto de controversia debido a la decisión de la administración actual de retirar su nombre, coincidiendo con el Mes del Orgullo. La medida ha sido interpretada como un ataque a los derechos civiles y a la diversidad, en un contexto donde las políticas de inclusión han sido objeto de críticas por parte de ciertos sectores del gobierno.
El USNS Harvey Milk fue botado en 2021 y su nombre fue elegido para rendir homenaje a la vida y legado de Milk, un veterano de la Marina y un ícono del movimiento de derechos civiles LGBTQ. Sin embargo, el memorando que detalla la orden de Hegseth indica que la Armada está preparando planes para renombrar el buque, lo que ha sido confirmado por un funcionario de defensa. Este cambio se hará oficial a finales de junio, justo antes de que se haga pública la noticia el 13 de junio, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la motivación detrás de esta decisión.
La decisión de cambiar el nombre del USNS Harvey Milk no es un hecho aislado. En el pasado, la Armada ha cambiado nombres de buques, pero generalmente esto ocurre tras recomendaciones de comisiones del Congreso, como fue el caso de los buques USS Chancellorsville y USNS Maury, que fueron renombrados en 2023. La diferencia en este caso es que la orden proviene directamente del secretario de Defensa, lo que marca un precedente inusual y preocupante para muchos defensores de los derechos civiles.
### Reacciones a la Decisión
La reacción a esta decisión ha sido rápida y contundente. Líderes políticos y defensores de los derechos humanos han expresado su descontento. La representante Nancy Pelosi calificó el cambio de nombre como una «renuncia a un valor estadounidense fundamental: honrar el legado de quienes trabajaron para construir un país mejor». Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, subrayó que «quitarle su nombre a un buque de la Armada no borrará su legado como ícono estadounidense, pero sí revela el desprecio de Trump por los mismos valores que nuestros veteranos luchan por proteger».
El USNS Harvey Milk es parte de la clase John Lewis, que lleva el nombre de destacados líderes de derechos civiles. Otros buques de esta clase, como el USNS Thurgood Marshall y el USNS Ruth Bader Ginsburg, también están bajo revisión para posibles cambios de nombre. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar si la administración está intentando desmantelar el reconocimiento de figuras que han luchado por la igualdad y la justicia social.
### Contexto Histórico y Cultural
Harvey Milk es recordado no solo por su activismo, sino también por su servicio militar. Nacido en una familia con un fuerte historial de servicio naval, Milk fue nombrado oficial en 1951 y sirvió como oficial de buceo durante la Guerra de Corea. Su carrera militar se vio truncada cuando fue interrogado sobre su orientación sexual, lo que resultó en una baja deshonrosa. Posteriormente, Milk se convirtió en un pionero en la política, siendo uno de los primeros políticos abiertamente homosexuales elegidos en Estados Unidos. Su legado ha sido reconocido póstumamente con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2009.
La decisión de cambiar el nombre del USNS Harvey Milk se produce en un momento en que la administración actual ha sido criticada por sus políticas hacia la comunidad LGBTQ y por su aparente retroceso en los avances logrados en términos de diversidad e inclusión. Este cambio de nombre no solo representa un ataque a la memoria de Milk, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de otros nombres que honran a líderes de derechos civiles en la Armada.
El USNS Harvey Milk, actualmente en mantenimiento en un astillero de Alabama, simboliza un momento crucial en la historia de los derechos civiles en Estados Unidos. La decisión de renombrarlo ha reavivado el debate sobre la importancia de honrar a aquellos que han luchado por la igualdad y la justicia, y ha puesto de relieve las tensiones culturales y políticas que continúan afectando a la sociedad estadounidense. A medida que se acerca la fecha del anuncio oficial, la comunidad LGBTQ y sus aliados continúan expresando su indignación y resistencia ante lo que consideran un intento de borrar la historia y los logros de aquellos que han luchado por sus derechos.