La reciente clausura de la Clínica Figura Estética en Las Condes ha sacudido el ámbito de la salud estética en Chile. La intervención de la Seremi de Salud Metropolitana reveló una serie de irregularidades que ponen en tela de juicio la seguridad de los procedimientos realizados en este establecimiento. A continuación, se detallan los hechos que llevaron a esta situación y las implicaciones que tiene para la comunidad.
### Irregularidades en la Clínica Figura Estética
La clínica, que se encontraba operando en la comuna de Las Condes, solo tenía autorización para realizar procedimientos menores, como la aplicación de bótox y otros tratamientos estéticos. Sin embargo, durante una fiscalización, el personal de salud se encontró con una situación alarmante: una mujer estaba siendo sometida a una cirugía mayor, un procedimiento que claramente excede las capacidades y permisos del establecimiento.
El seremi de Salud Metropolitano, Gonzalo Soto, explicó que la paciente fue trasladada a un centro asistencial debido a la complejidad de la intervención. Afortunadamente, no presentaba riesgo vital, pero la situación evidenció la falta de control en la clínica. «Se va a trasladar a una persona que estaba siendo sometida a una intervención de cirugía mayor, que de alguna manera implica una complejidad que supera a la autorización que tiene este lugar», afirmó Soto.
La intervención de la clínica no solo pone en riesgo la salud de los pacientes, sino que también plantea serias preguntas sobre la regulación de las clínicas estéticas en el país. La falta de supervisión adecuada puede llevar a situaciones peligrosas, como la que se vivió en este caso.
### La Puerta Secreta y las Denuncias Ciudadanas
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta historia es la existencia de un pabellón clandestino que estaba conectado a la clínica formal a través de una puerta secreta. Esta puerta, camuflada detrás de un cuadro, permitía el acceso a un área no autorizada donde se realizaban procedimientos quirúrgicos sin la debida supervisión. La situación es aún más preocupante considerando que este tipo de prácticas no solo son ilegales, sino que también representan un grave riesgo para la salud de los pacientes.
La administradora de la clínica, Keila Figuera, defendió su establecimiento ante los medios, afirmando que contaba con los permisos necesarios. Sin embargo, su declaración fue rápidamente desmentida por las evidencias encontradas durante la fiscalización. «Sí tengo mi autorización», dijo Figuera, pero las pruebas apuntan a que la clínica estaba operando en condiciones irregulares.
El operativo que llevó a la clausura de la clínica se inició gracias a denuncias anónimas realizadas por pacientes que alertaron sobre las prácticas sospechosas en el lugar. La autoridad sanitaria destacó la importancia de estas denuncias, señalando que son fundamentales para poder llevar a cabo fiscalizaciones efectivas. «Es justamente gracias a las denuncias que nos hacen las personas en oirs.minsal.cl. Nos pueden dejar la denuncia, de alguna manera eso nos ayuda justamente a poder fiscalizar», comentó el seremi Soto.
### Implicaciones para la Salud Pública
La clausura de la Clínica Figura Estética pone de manifiesto la necesidad de una regulación más estricta en el sector de la salud estética en Chile. La falta de control y supervisión puede llevar a situaciones peligrosas, como la que se vivió en este caso, donde una paciente estuvo en riesgo durante un procedimiento no autorizado.
La situación también plantea interrogantes sobre la formación y certificación de los profesionales que realizan estos procedimientos. Es fundamental que los pacientes tengan la seguridad de que están siendo atendidos por personal capacitado y en instalaciones que cumplen con todas las normativas de salud. La existencia de clínicas que operan al margen de la ley no solo pone en riesgo a los pacientes, sino que también afecta la reputación de aquellos establecimientos que sí cumplen con las regulaciones.
La comunidad debe estar alerta y ser proactiva en la denuncia de irregularidades. La salud es un derecho fundamental, y es responsabilidad de todos asegurarse de que se respeten las normativas y se proteja a los pacientes. Las autoridades deben tomar medidas para garantizar que todos los establecimientos de salud, especialmente aquellos que realizan procedimientos estéticos, operen dentro del marco legal y con los estándares de calidad necesarios.
La situación en la Clínica Figura Estética es un llamado de atención para todos. La salud y el bienestar de los pacientes deben ser la prioridad, y es esencial que se implementen mecanismos de control más efectivos para evitar que se repitan casos como este. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es clave para lograr un sistema de salud más seguro y confiable.