En la noche del 5 de junio de 2025, la Municipalidad de Antofagasta llevó a cabo una operación que resultó en la clausura de un casino de juegos que operaba de manera clandestina en el centro de la ciudad. Este establecimiento, que había sido cerrado en 2022 por carecer de los permisos necesarios, había reabierto sus puertas tras el retiro ilegal de los sellos impuestos por el municipio. La situación ha generado preocupación entre los residentes, quienes ven en este tipo de actividades un riesgo para la seguridad y el orden público.
La intervención fue liderada por el alcalde Sacha Razmilic, quien enfatizó que el recinto no volvería a funcionar. Durante el operativo, se constató la presencia de más de 100 máquinas tragamonedas en funcionamiento, lo que evidenció la magnitud de la operación ilegal. Razmilic declaró: «Estamos en este casino ilegal donde hay más de cien máquinas tragamonedas. Le informamos a toda la gente que tiene que retirarse. Este es un casino que funciona sin patente y que ya fue clausurado en el año 2022. Sin embargo, rompieron los sellos y volvieron a funcionar. Hoy vamos a soldar la puerta; no los vamos a dejar trabajar. Esto es una actividad ilegal que genera rentas ilícitas y otros problemas para la ciudad».
La clausura del casino no solo es un acto de cumplimiento de la ley, sino también una respuesta a las preocupaciones de la comunidad sobre el impacto negativo que este tipo de establecimientos pueden tener en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. La operación involucró a funcionarios de diversas direcciones municipales, así como a efectivos de Carabineros, lo que demuestra la seriedad con la que se está abordando este problema.
### La Reincidencia de los Casinos Ilegales
El caso del casino clausurado no es un incidente aislado. La historia reciente de Antofagasta está marcada por la aparición y desaparición de casinos ilegales, que a menudo reabren sus puertas tras ser cerrados. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de fiscalización y la capacidad del municipio para controlar actividades irregulares. La reincidencia de estos locales es un reflejo de la demanda por juegos de azar en la región, pero también de la falta de un marco regulatorio que impida su funcionamiento.
El director de Inspección, Ramón Valverde, explicó que la reapertura del recinto configuraba el delito de rotura de sellos, establecido en el artículo 270 del Código Penal. Además, se infringía el artículo 58 de la Ley de Rentas Municipales al operar sin patente. Estas violaciones no solo son un desafío legal, sino que también afectan la percepción de seguridad en la comunidad.
Por su parte, Gonzalo Castro, director de Seguridad Pública, destacó la importancia del trabajo conjunto entre el equipo municipal y la policía. «Estas acciones buscan controlar actividades irregulares con más seguridad y más control sobre nuestra ciudad», afirmó. La colaboración entre diferentes entidades es crucial para abordar el problema de los casinos ilegales y garantizar que no se repitan situaciones similares en el futuro.
### Impacto en la Comunidad
La existencia de casinos ilegales en Antofagasta no solo plantea problemas legales, sino que también tiene un impacto significativo en la comunidad. Estos establecimientos suelen atraer a personas en busca de entretenimiento, pero también pueden dar lugar a problemas sociales, como el aumento de la criminalidad y la adicción al juego. La falta de regulación y control en estos locales puede llevar a situaciones de riesgo, tanto para los jugadores como para los residentes del área.
Los vecinos del sector donde se encontraba el casino clausurado han expresado su preocupación por la seguridad en la zona. La presencia de un casino ilegal puede generar un ambiente propenso a actividades delictivas, lo que afecta la calidad de vida de quienes viven cerca. La intervención del municipio es vista como un paso positivo, pero muchos se preguntan si será suficiente para disuadir a otros locales de operar al margen de la ley.
La clausura del casino en Antofagasta es un recordatorio de la necesidad de una regulación más estricta y de un enfoque proactivo para abordar el problema de los juegos de azar ilegales. La comunidad espera que las autoridades continúen trabajando para garantizar un entorno seguro y ordenado, donde las actividades recreativas se realicen dentro del marco legal y con el debido respeto a la normativa vigente. La lucha contra los casinos ilegales es un desafío que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad, desde el gobierno hasta los ciudadanos, para lograr un cambio significativo y duradero.