La relación entre la actividad física y la salud cognitiva ha sido objeto de estudio durante años, y un reciente trabajo publicado en la revista Nature Medicine ha arrojado luz sobre cuántos pasos se deben caminar al día para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. Este estudio, que siguió a casi 300 adultos mayores durante un promedio de nueve años, ha revelado que caminar entre 3,000 y 5,000 pasos diarios puede ser beneficioso para la salud cerebral, especialmente en aquellos con un riesgo elevado de deterioro cognitivo.
### La Importancia de la Actividad Física en la Salud Cognitiva
Desde hace décadas, se ha documentado que la actividad física está asociada con un menor riesgo de desarrollar demencia. Sin embargo, el nuevo estudio va más allá al investigar cómo el ejercicio puede influir en las proteínas relacionadas con el Alzheimer, como la beta-amiloide y la tau. Estas proteínas son cruciales en la formación de placas y ovillos que afectan la función neuronal.
El director del departamento de neurociencia del Instituto de Investigación AdventHealth, Kirk Erickson, subrayó que el estudio es único porque identifica cómo el ejercicio puede impactar en estas proteínas. La investigación se centró en adultos mayores de entre 50 y 90 años, de los cuales un 30% presentaba acumulación de beta-amiloide, un marcador comúnmente asociado con el Alzheimer. A pesar de esto, muchos de ellos no mostraban signos de deterioro cognitivo, lo que llevó a los investigadores a indagar en las características que podrían predecir la aparición de esta enfermedad.
Para llevar a cabo el estudio, se proporcionó un podómetro a los participantes para medir su actividad diaria. Después de una semana de seguimiento, se realizaron pruebas cognitivas anuales y tomografías por emisión de positrones para evaluar la acumulación de las proteínas mencionadas. Los resultados mostraron que aquellos que caminaban entre 3,001 y 5,000 pasos diarios tenían una menor acumulación de tau y un deterioro cognitivo más lento en comparación con los que realizaban poca o ninguna actividad física.
### Resultados y Recomendaciones del Estudio
Los hallazgos del estudio son alentadores. Caminar entre 3,000 y 5,000 pasos al día se asocia con un riesgo reducido de desarrollar Alzheimer, y los beneficios aumentan al llegar a 7,500 pasos. Sin embargo, no se observaron beneficios adicionales en quienes caminaban más de 7,500 pasos diarios. Esto sugiere que existe un umbral óptimo de actividad física para la salud cognitiva.
Los investigadores también notaron que los participantes con niveles bajos de beta-amiloide no mostraron cambios significativos en la acumulación de tau ni en su rendimiento cognitivo en relación con la cantidad de pasos que daban. Esto podría indicar que la acumulación de beta-amiloide es un factor determinante en la progresión hacia el deterioro cognitivo, y que la actividad física tiene un efecto más pronunciado en aquellos que ya presentan un riesgo elevado.
A pesar de los resultados prometedores, es importante tener en cuenta que se trata de un estudio observacional. Esto significa que, aunque se ha encontrado una correlación entre la cantidad de pasos y la salud cognitiva, no se puede establecer una relación de causa y efecto definitiva. Además, el hecho de que los participantes solo usaran el podómetro durante una semana al inicio del estudio podría haber influido en los resultados, ya que sus hábitos de actividad física podrían haber cambiado con el tiempo.
Los expertos sugieren que la inactividad física debe ser considerada como un factor modificable en la prevención del Alzheimer. Fomentar la actividad física en personas sedentarias, especialmente aquellas con niveles elevados de beta-amiloide, podría maximizar las oportunidades de demostrar un efecto protector del ejercicio sobre la acumulación de tau y el deterioro cognitivo.
En resumen, este estudio resalta la importancia de mantener un estilo de vida activo, no solo para la salud física, sino también para la salud cognitiva. Caminar puede ser una forma sencilla y efectiva de contribuir a la prevención del Alzheimer y mejorar la calidad de vida en la vejez. La investigación continúa, y se espera que futuros estudios profundicen en la relación entre la actividad física y la salud cerebral, ofreciendo nuevas estrategias para combatir esta devastadora enfermedad.
