Durante su reciente cuenta pública ante el Congreso Nacional, el Presidente Gabriel Boric destacó los logros de su administración en el ámbito de la seguridad y llamó a los parlamentarios a aprobar la Ley de Inteligencia Económica, que permitiría levantar el secreto bancario. En su discurso, Boric enfatizó que «el crimen y la inseguridad son hoy la primera preocupación de los chilenos», un fenómeno que, según él, no es exclusivo de Chile, sino que se observa a nivel mundial. Al asumir la presidencia, se encontró con un aumento en los homicidios y delitos violentos, así como un control territorial creciente por parte de bandas de crimen organizado y un sistema de control migratorio deficiente.
El mandatario aseguró que su gobierno ha trabajado arduamente para revertir esta tendencia. «Hemos logrado romper la curva de la alza de homicidios que venía en ascenso durante años», afirmó, destacando la colaboración entre Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI), la Fiscalía, los Gobiernos Regionales y los municipios. Boric defendió la labor del Ejecutivo en esta materia, subrayando que «el Estado no está para buscar excusas, sino para dar soluciones». En respuesta a las críticas sobre su gestión, afirmó que Chile está «de pie, peleando palmo a palmo contra quienes quieren arrebatarnos el derecho de vivir en paz».
El Presidente también mencionó que el Congreso ha aprobado más de 60 leyes relacionadas con la seguridad, incluyendo la Ley Antinarco, la tipificación del robo de madera, la creación del Ministerio de Seguridad y una nueva Ley Antiterrorista. Sin embargo, hizo hincapié en que aún hay pendientes, como la Ley de Inteligencia Económica, que es crucial para rastrear el dinero del crimen organizado. «No se puede pedir más eficacia ante el crimen organizado y votar en contra del levantamiento del secreto bancario», advirtió a los parlamentarios presentes, añadiendo que si no se aprueba esta ley, los líderes de las bandas seguirán impunes.
Además, Boric destacó el aumento de recursos destinados a las fuerzas policiales y la destrucción de más de 67 mil armas en tres años, lo que representa el 30% del total destruido en Chile desde 1990. «Menos armas circulando es más seguridad para todos», aseguró. Esta afirmación se enmarca en un contexto donde la percepción de inseguridad ha crecido entre la población, y el gobierno busca implementar medidas efectivas para abordar esta problemática.
La cuenta pública también abordó otros temas relevantes, como la crisis de natalidad en el país. Boric anunció un proyecto para regular y facilitar la fertilización asistida, reconociendo la necesidad de políticas que apoyen a las familias y fomenten el crecimiento demográfico. En el ámbito educativo, el Presidente destacó los logros de su administración y reiteró su llamado al Congreso para aprobar un proyecto que ponga fin al Crédito con Aval del Estado (CAE), un tema que ha generado un amplio debate en la sociedad chilena.
El discurso de Boric fue recibido con reacciones mixtas. Algunos parlamentarios expresaron su apoyo a las iniciativas propuestas, mientras que otros criticaron la falta de concreción en algunas de las promesas realizadas. La oposición, en particular, ha cuestionado la efectividad de las medidas implementadas hasta ahora, argumentando que la situación de seguridad en el país sigue siendo preocupante.
En este contexto, la figura del Presidente se ha vuelto objeto de análisis. Algunos observadores políticos consideran que Boric enfrenta un desafío crucial para consolidar su liderazgo y demostrar que su gobierno puede ofrecer soluciones efectivas a los problemas que aquejan a la ciudadanía. La capacidad de su administración para avanzar en la aprobación de leyes clave, como la Ley de Inteligencia Económica, será un indicador importante de su éxito en el manejo de la seguridad y la confianza pública.
La cuenta pública de Boric también incluyó un llamado a la unidad y al diálogo entre las distintas fuerzas políticas. En un momento en que el país enfrenta desafíos significativos, el Presidente instó a los parlamentarios a dejar de lado las diferencias y trabajar juntos por el bienestar de la nación. Este enfoque busca no solo abordar la inseguridad, sino también fomentar un ambiente de colaboración que permita avanzar en otras áreas críticas, como la educación, la salud y el desarrollo económico.
En resumen, la cuenta pública de Gabriel Boric se centró en la seguridad como una de las principales preocupaciones de los chilenos, destacando los avances logrados y la necesidad de seguir trabajando en conjunto con el Congreso para enfrentar los desafíos que persisten. La urgencia de aprobar la Ley de Inteligencia Económica se presenta como un paso fundamental en la lucha contra el crimen organizado y la búsqueda de una sociedad más segura.