Este domingo 19 de octubre, Bolivia se enfrenta a un momento crucial en su historia política, ya que los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente. En esta segunda vuelta, los contendientes son el actual senador Rodrigo Paz y el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga. Ambos candidatos han llegado a esta instancia tras obtener las dos primeras mayorías en la primera vuelta celebrada el 17 de agosto, un evento que marcó un hito al dejar fuera al Movimiento al Socialismo (MAS).
Rodrigo Paz, representante del partido democratacristiano, lideró la primera vuelta con un 32,2% de los votos, mientras que Quiroga obtuvo un 26,8%. Sin embargo, los últimos sondeos de opinión sugieren que Quiroga podría estar ganando terreno, lo que añade un elemento de incertidumbre a la contienda. La dificultad para predecir el resultado se debe, en parte, al fenómeno del voto oculto, que podría influir en la decisión final de los electores.
**Los candidatos y sus propuestas**
Rodrigo Paz Pereira, de 57 años, ha sorprendido a muchos con su ascenso en la política boliviana. Con una sólida formación académica que incluye un título en economía y una maestría en Gestión Política en la American University de Estados Unidos, Paz ha ocupado diversos cargos públicos, desde concejal hasta alcalde y diputado en Tarija. Su plataforma electoral se centra en la reactivación económica, proponiendo medidas como la reducción de aranceles e impuestos, así como la creación de facilidades tributarias y opciones de crédito para la población.
Por su parte, Jorge Quiroga Ramírez, de 65 años, es un político con una trayectoria notable. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Texas A&M y posee una maestría en Administración de Empresas. Quiroga fue vicepresidente durante el gobierno de Hugo Banzer y asumió la presidencia entre 2001 y 2002 tras la renuncia de Banzer por problemas de salud. Su campaña se enfoca en la disciplina fiscal, la apertura comercial y la digitalización del Estado, buscando modernizar la administración pública y fomentar un entorno económico más competitivo.
**Contexto económico y político en Bolivia**
La campaña electoral ha estado marcada por dos temas críticos: la crisis económica que afecta al país y la escasez de combustibles. La situación económica ha generado un descontento generalizado entre la población, lo que podría influir en la decisión de los votantes. Además, la figura del expresidente Evo Morales sigue siendo una sombra en el panorama político. Morales, quien intentó postularse para un tercer mandato pero fue inhabilitado, ha expresado su rechazo al balotaje y ha instado a sus seguidores a votar nulo, lo que podría afectar la participación electoral.
La inestabilidad política también es un factor a considerar. El actual presidente Luis Arce, quien fue aliado de Morales, ha criticado abiertamente al exmandatario, lo que ha llevado a una fractura en el MAS. Esta situación podría complicar la gobernabilidad del próximo presidente, quien deberá enfrentar no solo la crisis económica, sino también la necesidad de establecer acuerdos políticos en un entorno polarizado.
Además, se discute la posibilidad de eliminar las subvenciones a los combustibles, un tema que podría ser decisivo para el futuro del país. La decisión sobre este asunto recaerá en el nuevo mandatario, quien deberá equilibrar las necesidades económicas con las demandas sociales de la población.
A medida que se acerca el día de la elección, la atención se centra en cómo los bolivianos responderán a estos desafíos y qué dirección tomará el país en los próximos años. La elección no solo determinará quién será el próximo presidente, sino que también definirá el rumbo político y económico de Bolivia en un momento crítico de su historia.