En un reciente desarrollo legal, Apple ha presentado su defensa ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en Chile, en respuesta a una demanda interpuesta por la Asociación Ciudadana de Consumidores Informados y Organizados, conocida como ACCION Consumidores. Esta demanda, que se remonta a mayo de este año, alega que la compañía ha estado involucrada en prácticas anticompetitivas durante más de 15 años, afectando tanto a desarrolladores de aplicaciones como a consumidores.
La acusación principal se centra en la App Store de Apple, donde se argumenta que la empresa ha establecido un monopolio en la distribución de aplicaciones y en el procesamiento de pagos en su sistema operativo iOS. Según ACCION, esta posición dominante no se debe a la innovación o eficiencia, sino a prácticas que excluyen a la competencia. La asociación sostiene que los consumidores han visto reducidas sus opciones y han tenido que pagar precios inflados debido a la comisión que Apple cobra a los desarrolladores, que puede llegar hasta el 30%.
### Argumentos de la Asociación de Consumidores
ACCION Consumidores ha presentado un documento de 154 páginas en el que detalla sus acusaciones. La organización argumenta que la estructura de comisiones de Apple ha llevado a que los usuarios finales paguen precios más altos por las aplicaciones y servicios digitales. Esto, según la asociación, ha resultado en un detrimento de la calidad y cantidad de aplicaciones disponibles para los usuarios de iOS.
La demanda solicita al TDLC que imponga una multa a Apple equivalente al 30% de los ingresos obtenidos por la compañía en Chile a través de la distribución de aplicaciones y el procesamiento de pagos en iOS durante los últimos 15 años. Este enfoque busca no solo sancionar a la empresa, sino también restablecer un equilibrio en el mercado de aplicaciones, que, según ACCION, ha sido distorsionado por las prácticas de Apple.
### La Defensa de Apple
En respuesta a estas acusaciones, Apple ha presentado un escrito de excepción dilatoria, en el que argumenta que la demanda contiene «graves y evidentes vicios» que impiden su avance. La compañía, representada por un equipo de abogados, sostiene que ACCION ha confundido los distintos mercados en los que opera Apple. La empresa argumenta que, aunque efectivamente participa en la distribución de aplicaciones y en el procesamiento de pagos, estos son mercados separados y no deben ser tratados como uno solo.
Apple también refuta las afirmaciones de que los desarrolladores no tienen alternativas para distribuir sus aplicaciones. La compañía enfatiza que los desarrolladores pueden optar por otras plataformas y que no están obligados a utilizar la App Store. Además, Apple sostiene que su modelo de negocio es similar al de cualquier tienda, donde se cobra una comisión por las ventas realizadas a través de su plataforma.
La defensa de Apple se centra en la idea de que, si hay algún daño, este recae sobre los desarrolladores y no sobre los consumidores. La empresa argumenta que ACCION no tiene la capacidad legal para representar a los desarrolladores, ya que no existe una relación contractual directa entre Apple y los consumidores en Chile. Según Apple, los desarrolladores fijan libremente los precios de sus aplicaciones, y la compañía actúa solo como un intermediario en la venta.
### Implicaciones del Caso
Este caso no solo tiene implicaciones para Apple y los consumidores chilenos, sino que también podría sentar un precedente en la regulación de las plataformas digitales a nivel global. La creciente preocupación por el poder de mercado de las grandes tecnológicas ha llevado a un escrutinio más intenso de sus prácticas comerciales. La demanda de ACCION podría ser un indicativo de un cambio en la forma en que se regulan las plataformas digitales, especialmente en lo que respecta a la competencia y la protección del consumidor.
A medida que el caso avanza, se espera que ambas partes presenten más pruebas y argumentos ante el tribunal. La resolución de este conflicto podría tener un impacto significativo en la forma en que Apple y otras empresas tecnológicas operan en mercados similares, no solo en Chile, sino en otras jurisdicciones que enfrentan desafíos similares en cuanto a la competencia y la regulación de plataformas.