En el vasto desierto de Atacama, donde el sol brilla con fuerza y la historia se entrelaza con la cultura, surge la figura de Andrés Sabella Gálvez, un hombre que dejó una huella imborrable en el periodismo y la literatura chilena. A 36 años de su fallecimiento, su legado sigue vivo, resonando en las voces de quienes continúan su labor de contar historias con pasión y verdad. Sabella, nacido en 1912 en Antofagasta, fue un poeta, periodista y novelista que dedicó su vida a explorar la identidad nortina y a dar voz a los olvidados de su tierra.
Desde muy joven, Sabella mostró un interés profundo por la palabra escrita. A los 15 años, fundó la revista literaria «Carcaj», un primer paso que marcaría el inicio de una carrera prolífica. Su compromiso con la cultura y su amor por el norte de Chile lo llevaron a convertirse en una figura clave en el periodismo nacional, colaborando con diversos medios y dirigiendo publicaciones como «El Litoral». Su obra abarca múltiples géneros, desde poesía hasta crónicas y ensayos, destacándose títulos como «Norte Grande» y «Crisol del Norte», que se han convertido en referencias obligadas de la literatura regional.
### La Voz del Desierto: Poesía y Compromiso Social
La poesía de Andrés Sabella es un canto a la tierra que lo vio nacer. En sus versos, se siente el polvo del salar, el eco de los obreros y la majestuosidad del desierto. Su obra no solo es un reflejo de su entorno, sino también un testimonio de su compromiso social. Sabella fue un ferviente defensor de la identidad nortina, y su poesía resuena con la historia de un pueblo que ha luchado por ser escuchado.
Una de sus frases más memorables encapsula su visión: «Si alguien después de 50 años recuerda una de mis frases, mi labor como poeta se habrá cumplido». Esta humildad y ambición noble son características que definen su legado. Sabella no escribía para buscar aplausos, sino para que sus palabras se convirtieran en refugio y testimonio para las futuras generaciones.
Además de su labor como escritor, Sabella fue un educador apasionado. Enseñó sobre el oficio de escribir, enfatizando la importancia de la corrección y la disciplina. «Escribir es fácil. Pero si quiere escribir de verdad, aprenda a corregir, porque eso sí que es tarea ardua», decía. Esta enseñanza sigue siendo relevante en un mundo donde la información se difunde rápidamente, a menudo sin el rigor necesario.
### Un Legado que Trasciende Generaciones
El impacto de Andrés Sabella va más allá de sus obras literarias. Su vida estuvo marcada por un profundo compromiso político y social. Fue un activo militante del Partido Comunista de Chile y uno de los fundadores de la Alianza de Intelectuales contra el Fascismo. Su visión del norte como un territorio con identidad propia fue pionera, y su uso del concepto «Norte Grande» no solo se refería a una ubicación geográfica, sino a una expresión cultural rica en historia y resistencia.
En sus textos, el norte no es un simple telón de fondo, sino un protagonista lleno de vida y dignidad. Su legado se mantiene vivo en Antofagasta, no solo en monumentos y colegios que llevan su nombre, sino también en el espíritu de quienes continúan su labor de contar historias con pasión y verdad. Su influencia se siente en la literatura contemporánea y en el periodismo, donde su ejemplo de rigor y compromiso ético sigue siendo un faro.
A 36 años de su muerte, Andrés Sabella es recordado no solo como un escritor, sino como un símbolo de lo que puede surgir cuando el periodismo se entrelaza con la poesía. Su vida y obra nos recuerdan la importancia de escribir con el corazón en el lugar de origen y de elegir la verdad, incluso cuando resulta incómoda. En tiempos de fake news y discursos vacíos, su legado se convierte en un llamado a la responsabilidad y la ética en el ejercicio del periodismo.
El compromiso de quienes seguimos su camino es claro: ejercer un periodismo libre, sin presiones externas, inspirado en la ética y la pasión que caracterizaron a Sabella. En cada rincón de Antofagasta, su voz sigue viva, recordándonos que la literatura y el periodismo son herramientas poderosas para construir memoria, identidad y futuro. Así, el legado de Andrés Sabella continúa iluminando el camino de quienes se atreven a contar la verdad, a dar voz a los sin voz y a celebrar la riqueza cultural del norte de Chile.