En un contexto de creciente tensión internacional, el gobierno chileno ha reafirmado que la participación del Presidente Gabriel Boric en la próxima Cumbre del Brics, que se llevará a cabo en Río de Janeiro entre el 6 y 7 de julio, será limitada y en calidad de observador. Esta decisión ha suscitado diversas reacciones tanto en la oposición como en algunos sectores del oficialismo, quienes han expresado sus preocupaciones sobre la conveniencia de que Chile se asocie con un bloque que incluye a países como Rusia e Irán, en un momento de escalada de violencia en Medio Oriente.
La ministra secretaria general de Gobierno (s), Aisén Etcheverry, ha sido clara al señalar que la asistencia del Presidente Boric no implica una incorporación de Chile al grupo Brics, sino que se trata de una invitación para participar en un foro que podría ofrecer oportunidades comerciales. En sus declaraciones, enfatizó que el rol de Chile será el de un observador, lo que significa que no participará en las negociaciones ni en la elaboración de declaraciones finales que surjan de la cumbre. Esto es relevante, dado que los miembros del Brics, que incluyen a Brasil, China, India y Emiratos Árabes Unidos, son socios comerciales estratégicos para Chile.
### Contexto Geopolítico y Comercial
La participación de Chile en la cumbre del Brics se produce en un contexto geopolítico complejo. Recientemente, Irán ha intensificado sus acciones militares, lo que ha generado inquietud en la comunidad internacional. La ministra Etcheverry destacó que la invitación a la cumbre no está relacionada con las discusiones políticas que se llevarán a cabo, sino que se centra en la posibilidad de avanzar en temas comerciales. Esto es especialmente significativo considerando que Chile está en proceso de negociar un tratado de libre comercio con India y que China es su principal socio comercial.
La ministra también subrayó la importancia de la cumbre para el desarrollo económico de Chile, señalando que la participación en este tipo de foros puede abrir nuevas oportunidades para las exportaciones chilenas y atraer inversiones. La posibilidad de discutir temas como el Corredor Bioceánico, que busca mejorar la integración comercial en Latinoamérica, es un aspecto que el gobierno chileno considera crucial para el crecimiento económico del país.
### Reacciones Políticas y Críticas
A pesar de los argumentos presentados por el gobierno, la decisión de asistir a la cumbre ha sido objeto de críticas. Algunos sectores de la oposición han cuestionado la conveniencia de que Chile participe en un foro que incluye a países con los que existen tensiones internacionales. Por ejemplo, el ex candidato presidencial José Antonio Kast ha expresado que la asistencia del Presidente Boric podría poner en riesgo la seguridad nacional y el posicionamiento de Chile en el ámbito internacional.
Desde el oficialismo, se ha instado a la oposición a adoptar una postura más constructiva y a no comportarse como una “barra brava” en temas de política internacional. La ministra Etcheverry ha defendido la postura del gobierno, argumentando que la invitación a la cumbre es una oportunidad para que Chile se inserte en discusiones comerciales relevantes, sin comprometer su posición política frente a los conflictos internacionales.
La situación actual en Medio Oriente y las tensiones entre Irán e Israel también han influido en el debate sobre la participación de Chile en la cumbre del Brics. La reciente escalada de violencia ha llevado a algunos a cuestionar si es prudente que Chile se asocie con un bloque que incluye a naciones involucradas en conflictos bélicos. Sin embargo, el gobierno ha insistido en que su participación será estrictamente comercial y no política.
En resumen, la participación del Presidente Gabriel Boric en la cumbre del Brics se presenta como una oportunidad para fortalecer la presencia comercial de Chile en un contexto internacional complejo. A pesar de las críticas y preocupaciones, el gobierno sostiene que su rol será el de un observador, buscando maximizar los beneficios comerciales sin comprometer la política exterior del país.