La mañana del 19 de junio de 2025, el Hospital Soroka, ubicado en Beersheba, Israel, fue objeto de un ataque con misiles balísticos lanzados desde Irán. Este incidente, que dejó al menos 40 heridos y causó daños significativos en la infraestructura del hospital, ha desatado una ola de condenas y reflexiones sobre la naturaleza de los conflictos en la región. El ataque se produjo poco después de las 7:00 a.m. hora local, en el contexto de una escalada de tensiones entre Irán e Israel, donde el hospital, que sirve como el principal centro médico del sur de Israel, se convirtió en un blanco de un ataque deliberado.
La vicecanciller israelí, Sharren Haskel, calificó el ataque como «deliberado» y «criminal», subrayando la gravedad de atacar un centro médico que atiende a una población diversa, incluyendo judíos, árabes y beduinos. En un mensaje en la red social X, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó el impacto directo en el hospital, lo que generó una respuesta inmediata del gobierno israelí. El primer ministro Benjamin Netanyahu, quien visitó el hospital tras el ataque, advirtió que Irán pagaría un alto precio por este acto, enfatizando que el pueblo israelí está sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.
El presidente Isaac Herzog también se pronunció sobre el ataque, destacando que los objetivos de Irán incluían a civiles inocentes, como un bebé en cuidados intensivos y su madre, así como al personal médico que trabaja incansablemente para salvar vidas. Herzog enfatizó la importancia de la unidad y la humanidad en tiempos de crisis, recordando que el personal del hospital, compuesto por judíos y árabes, trabaja en armonía para atender a todos los pacientes sin distinción.
**La Respuesta de las Autoridades y el Estado de Emergencia**
Tras el ataque, el Hospital Soroka activó sus protocolos de emergencia, evaluando los daños y atendiendo a los heridos. Un portavoz del hospital informó que se estaban realizando evaluaciones de daños y que se pedía al público no acudir al centro médico en ese momento. El director del hospital, Dr. Shlomi Kodesh, explicó que el misil impactó en un edificio de hospitalización quirúrgica, causando daños severos y obligando a la evacuación de varios departamentos. Afortunadamente, muchos del personal se encontraban en áreas protegidas, lo que ayudó a minimizar el número de heridos.
El Ministerio de Salud de Israel, reconociendo la gravedad de la situación, ordenó a otros hospitales prepararse para recibir pacientes, lo que incluye el traslado de pacientes a otros centros médicos en la región. Esta decisión se tomó para asegurar que la atención médica no se interrumpiera, a pesar de los daños sufridos por el Hospital Soroka. Las autoridades también instaron a la población a seguir las directrices del Comando del Frente Interno, enfatizando la importancia de la seguridad en momentos de crisis.
**Perspectivas Internacionales y el Contexto del Conflicto**
El ataque al Hospital Soroka no solo ha generado una respuesta interna en Israel, sino que también ha llamado la atención internacional sobre la escalada de violencia en la región. La agencia de noticias iraní IRNA, en un intento de justificar el ataque, afirmó que el objetivo era un comando de inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ubicado cerca del hospital. Sin embargo, esta declaración ha sido recibida con escepticismo, dado que el hospital es un centro médico que atiende a una población civil.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el aumento de la violencia y la falta de protección para los civiles en el conflicto entre Israel e Irán. Organizaciones de derechos humanos han condenado el ataque, subrayando que los hospitales y centros médicos deben ser considerados zonas seguras y protegidas en tiempos de guerra. Este ataque resalta la necesidad urgente de un diálogo y una resolución pacífica del conflicto, que ha cobrado demasiadas vidas y ha causado un sufrimiento inmenso a ambos lados.
El impacto del ataque al Hospital Soroka es un recordatorio doloroso de las realidades del conflicto en Medio Oriente. La violencia no solo afecta a los combatientes, sino que también tiene repercusiones devastadoras para los civiles, quienes a menudo se encuentran atrapados en el fuego cruzado. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para abordar las causas subyacentes de este conflicto y trabajar hacia una solución que garantice la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos en la región.
