Un nuevo impulso para la cultura local. El histórico edificio ubicado en Sucre 444, que llevaba años en estado de abandono en pleno centro de Antofagasta, será transformado en un moderno centro cultural, según confirmó el alcalde Sacha Razmilic en su reciente Cuenta Pública y que ya comienza a tomar forma con la ejecución de su primera etapa. El proyecto contempla una recuperación integral del inmueble, conservando su fachada original y rescatando elementos como el pino oregón, que será reutilizado como parte del diseño interior. El nuevo centro contará con seis niveles, incluyendo un subterráneo y diversas salas destinadas a talleres de música, danza, artes plásticas, exposiciones, oficinas y una cafetería. “Sucre 444 es un anhelo de muchos años, y lo anunciamos como parte de los proyectos que inician este 2025 con presupuesto municipal. Será un complemento perfecto al Teatro Municipal, con espacios para la creación artística y la formación cultural”, señaló el jefe comunal durante una visita al recinto junto al equipo de Secoplan. El director de la Secretaría Comunal de Planificación, Julio Santander, explicó que las obras contemplan dos fases. La primera consiste en la demolición interior, limpieza, sanitización y desratización del edificio. La segunda fase implica la consolidación estructural, el refuerzo de la fachada y la habilitación de todos los niveles para su funcionamiento. “Esto no es solo una obra física, es una señal clara de que la cultura es prioridad para esta administración”, agregó Razmilic. “No más abandono de nuestro patrimonio, la municipalidad se pone las pilas, recupera este espacio y se lo entrega a la ciudad”.
La importancia de este proyecto radica no solo en la recuperación de un espacio físico, sino en la revitalización de la vida cultural de Antofagasta. La ciudad ha enfrentado desafíos en la promoción de actividades artísticas y culturales, y la creación de este centro se presenta como una solución a largo plazo. Se espera que el nuevo centro cultural no solo atraiga a artistas locales, sino que también se convierta en un punto de encuentro para la comunidad, fomentando la participación ciudadana y el acceso a diversas manifestaciones artísticas.
### Un Espacio para la Creatividad y el Aprendizaje
El diseño del nuevo centro cultural ha sido concebido con un enfoque en la versatilidad y la funcionalidad. Con seis niveles, el edificio ofrecerá un espacio adecuado para una variedad de actividades, desde talleres de música y danza hasta exposiciones de arte. La inclusión de una cafetería también sugiere un espacio donde los visitantes pueden relajarse y socializar, creando un ambiente acogedor que fomente la interacción entre los ciudadanos.
Además, la recuperación del pino oregón, un material emblemático en la construcción de la región, no solo preserva la historia del edificio, sino que también aporta un valor estético y cultural al nuevo diseño. Este enfoque en la sostenibilidad y la conservación del patrimonio arquitectónico es un aspecto clave que distingue este proyecto de otros desarrollos urbanos.
El alcalde Razmilic ha enfatizado que este centro cultural será un complemento perfecto al Teatro Municipal, lo que sugiere una colaboración entre diferentes espacios culturales en la ciudad. Esta sinergia podría resultar en una programación más rica y variada, beneficiando a artistas y al público por igual. La posibilidad de realizar eventos conjuntos, exposiciones y presentaciones artísticas en ambos lugares podría atraer a más visitantes y turistas a Antofagasta, contribuyendo así a la economía local.
### Impacto en la Comunidad
La creación de un centro cultural en el corazón de Antofagasta tiene el potencial de transformar la dinámica social de la ciudad. En un momento en que muchas comunidades buscan formas de reconectar y revitalizar sus espacios públicos, este proyecto se presenta como un modelo a seguir. La inclusión de talleres y actividades para todas las edades sugiere un enfoque inclusivo, donde tanto niños como adultos podrán participar y beneficiarse de las oportunidades que se ofrecerán.
Además, la recuperación de un edificio que ha estado en desuso durante tanto tiempo simboliza un cambio positivo en la percepción del patrimonio cultural en la ciudad. La administración municipal ha dejado claro que no se tolerará el abandono de espacios que podrían ser utilizados para el beneficio de la comunidad. Este tipo de iniciativas no solo mejoran la infraestructura urbana, sino que también generan un sentido de pertenencia y orgullo entre los ciudadanos.
La implementación de este proyecto será observada de cerca por otros municipios y comunidades que enfrentan desafíos similares en la promoción de la cultura y el arte. La experiencia de Antofagasta podría servir como un ejemplo inspirador para otras ciudades que buscan revitalizar su patrimonio cultural y fomentar la participación ciudadana en actividades artísticas. Con un enfoque claro en la sostenibilidad, la inclusión y la creatividad, el nuevo centro cultural en Sucre 444 promete ser un faro de esperanza y renovación para la comunidad de Antofagasta.