La comunidad educativa del colegio Rafael Sanhueza Lizardi, ubicado en la comuna de Recoleta, se encuentra sumida en el dolor tras la trágica muerte de Esteban Hermosilla, un niño de 12 años que perdió la vida en un accidente de tráfico. Este suceso ha dejado una profunda huella en el corazón de sus compañeros, profesores y familiares, quienes han expresado su tristeza y conmoción ante la pérdida de un niño descrito como cariñoso y lleno de vida.
El accidente ocurrió cuando Esteban viajaba en un furgón escolar que fue impactado por un vehículo en el que escapaban dos delincuentes. Este hecho, que tuvo lugar a escasos metros del colegio, ha generado una ola de indignación y tristeza en la comunidad, que se ha unido para rendir homenaje al pequeño a través de una velatón, donde amigos y familiares se reunieron para recordar su alegría y espíritu.
### La reacción de la comunidad escolar
Las apoderadas de Esteban han compartido su dolor y la conmoción que ha causado este accidente en los estudiantes. Geraldine, una de las madres, relató que los niños están profundamente afectados y no pueden creer lo que ha sucedido. La cercanía del accidente al colegio hizo que muchos padres y miembros del personal escolar llegaran rápidamente al lugar para socorrer a los niños, lo que ha añadido un nivel de angustia a la situación.
«Los niños están muy schockeados, no pueden creer la noticia. Ayer estuvieron en la velatón, pero están muy afectados», comentó Geraldine, quien también mencionó que su hija fue testigo del accidente. La madre expresó que la situación es terrible y que la comunidad está unida en su dolor.
La otra apoderada que habló sobre el tema destacó la importancia del conductor del furgón, conocido como el ‘tío Pedro’, quien ha estado al servicio de la comunidad escolar durante más de 15 años. «Es muy querido por todos los niños y muy responsable. Afortunadamente, él, junto a la asistente y los otros cinco niños que iban a bordo, están fuera de riesgo», afirmó.
### Un niño lleno de vida
Esteban era conocido por su carácter alegre y su espíritu deportivo. Sus compañeros y profesores lo describen como un niño cariñoso, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Geraldine, visiblemente emocionada, recordó que «Esteban era un niño muy alegre, muy amigo de sus amigos, buen niño, deportista, muy cariñoso. No merecía esto, ni nadie, ningún niño». Estas palabras reflejan el impacto que tuvo en la vida de quienes lo rodeaban y la tristeza que ha dejado su partida.
La comunidad educativa ha decidido suspender las clases como una forma de honrar la memoria de Esteban y permitir que los estudiantes y profesores puedan procesar su duelo. La pérdida de un niño en circunstancias tan trágicas ha llevado a muchos a reflexionar sobre la seguridad en las calles y la necesidad de proteger a los más vulnerables.
El accidente ha generado un debate sobre la seguridad vial en la zona, y muchos padres han expresado su preocupación por la falta de medidas adecuadas para proteger a los niños que se desplazan a la escuela. La comunidad espera que este trágico suceso sirva como un llamado a la acción para mejorar la seguridad en las calles y evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.
La historia de Esteban Hermosilla es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de cuidar a nuestros niños. En medio del dolor, la comunidad de Recoleta se une para recordar a un niño que, aunque ya no está físicamente con ellos, siempre vivirá en sus corazones.