La Araucanía se ha convertido en un punto focal para el Partido Republicano en la próxima elección senatorial programada para el 16 de noviembre. Esta circunscripción es notable porque el partido liderado por Arturo Squella presenta dos candidatos fuertes: Rodolfo Carter, exalcalde de La Florida, y Ruth Hurtado, secretaria general de la colectividad. La estrategia del partido es clara, pero también arriesgada: buscan replicar el éxito obtenido en las elecciones del Consejo Constitucional de 2023, donde lograron obtener dos de los cinco escaños disponibles.
Carter, según las encuestas, es considerado el candidato mejor posicionado, y su objetivo es arrastrar a Hurtado hacia el Senado. Sin embargo, a pesar de la aparente unidad, hay un trasfondo de tensión que podría complicar sus aspiraciones. Hurtado se enfrenta a un rival directo en la figura de Vanessa Kaiser, hermana del candidato del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser. Esta competencia por el segundo cupo del pacto ha intensificado la presión sobre ambos candidatos.
La relación entre Carter y Hurtado es un tema de discusión dentro del partido. Aunque ambos han afirmado que fue Hurtado quien solicitó la inclusión de Carter en su fórmula, la realidad es que su vínculo no es tan cercano como podría parecer. Según fuentes internas, la relación entre ellos no es mala, pero tampoco es cercana. Durante la campaña de las elecciones municipales del año pasado, Carter mostró su apoyo a la candidatura de Hurtado para la alcaldía de Recoleta, pero desde entonces, su colaboración ha sido escasa.
En junio de este año, Carter se unió al comando de José Antonio Kast y, poco después, anunció su candidatura al Senado por La Araucanía. Esta decisión fue inesperada, ya que la directiva del partido y Hurtado habían descartado inicialmente esta opción, apoyando la candidatura de Hurtado como la única carta fuerte en la región. La estrategia del partido era clara: presentar un solo candidato fuerte por región para evitar la dispersión de votos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mantener la unidad, hay quienes dentro del partido sugieren que Hurtado ha expresado su descontento por la prominente exposición mediática que ha recibido Carter. Este último ha participado en varias actividades junto a Kast, lo que ha generado preocupación sobre cómo esto podría afectar las posibilidades de ambos en las elecciones. La lógica detrás de esta estrategia es que la notoriedad de Carter podría facilitar la obtención de los dos escaños en juego en la región.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, la tensión entre los candidatos parece aumentar. La incertidumbre sobre quién logrará asegurar un lugar en la Cámara Alta se convierte en un tema candente dentro del Partido Republicano. La presión es palpable, y tanto Carter como Hurtado deben navegar por un terreno complicado, donde la rivalidad y la necesidad de colaboración se entrelazan.
La situación en La Araucanía refleja un microcosmos de las dinámicas políticas más amplias en Chile, donde las alianzas y rivalidades pueden cambiar rápidamente. La capacidad de los candidatos para gestionar sus relaciones personales y políticas será crucial en las semanas previas a las elecciones. La Araucanía, con su historia de tensiones políticas y sociales, se convierte en un escenario donde el Partido Republicano busca consolidar su influencia y demostrar su capacidad para atraer a los votantes.
La carrera por el Senado en La Araucanía no solo es una lucha por un escaño, sino también una prueba de la cohesión interna del Partido Republicano. A medida que se intensifican las campañas y las estrategias se ponen a prueba, los votantes estarán observando de cerca cómo se desarrollan estas dinámicas. La capacidad de Carter y Hurtado para trabajar juntos, a pesar de las tensiones, podría ser la clave para el éxito del partido en esta crucial elección.