La trayectoria de Ricardo Gareca como entrenador de la Selección Chilena ha sido objeto de análisis y críticas desde su finalización. En una reciente entrevista, Gareca compartió sus vivencias y reflexiones sobre su tiempo al mando de La Roja, un periodo que estuvo marcado por resultados decepcionantes y una presión constante. Su relato no solo revela las dificultades que enfrentó, sino también su autocrítica y el impacto emocional que tuvo en su vida personal.
### Aislamiento y presión en el cargo
Gareca, conocido por su estilo de liderazgo y su capacidad para motivar a los jugadores, se encontró en una situación complicada durante su gestión. En su conversación con ESPN Argentina, el exentrenador confesó que su experiencia en Chile fue muy diferente a la que vivió en Perú, donde es considerado un ícono tras llevar a la selección a la Copa del Mundo 2018. En Chile, Gareca se sintió atrapado en un ciclo de derrotas que lo llevó a un aislamiento casi total. «Estuve un año y medio en Chile y ni salía del departamento (cuando perdíamos). No conocí nada, no salía. Eso no lo digieres, pasan los días y la cabeza te quema», expresó.
Este aislamiento no solo afectó su vida social, sino que también tuvo un impacto significativo en su salud mental. La presión de los resultados y las críticas constantes lo llevaron a una profunda reflexión sobre su papel como entrenador. Gareca admitió que la derrota lo deprimía y que, en ocasiones, la carga emocional era abrumadora. «La derrota te deja mal, por eso muchas veces, uno entiende cuando los técnicos o jugadores están amargados. Sufren mucho», comentó, enfatizando la carga emocional que conlleva dirigir a un equipo nacional.
### Autocrítica y relación con los jugadores
Uno de los aspectos más destacados de la entrevista fue la autocrítica que Gareca realizó sobre su relación con los jugadores, en particular con Arturo Vidal. La polémica entre ambos se intensificó durante su gestión, especialmente cuando Vidal expresó su frustración por no ser convocado. Gareca reconoció que pudo haber manejado mejor la situación y lamentó no haber incluido a Vidal en las convocatorias desde el inicio de su proceso. «Él había llegado a Colo Colo y estaba teniendo buenas actuaciones. Pasó la Copa América, vimos algunos partidos de Eliminatorias y él se sintió como que ya no tenía posibilidades de venir. Yo creo que era un jugador como para haberlo convocado antes», admitió.
Esta reflexión muestra la complejidad de las decisiones que un entrenador debe tomar y cómo estas pueden afectar la moral del equipo. Gareca se dio cuenta de que su demora en convocar a un jugador de la talla de Vidal, quien es considerado uno de los mejores futbolistas chilenos, pudo haber influido en la dinámica del equipo. «Yo me lo reprocho porque intento hacer lo mejor, pero sí puedo aceptar la demora mía en convocarlo y puedo aceptar que él, un jugador histórico, porque él es como (Lionel) Messi, Alexis (Sánchez), hay varios jugadores que son muy representativos de la Selección», reflexionó.
La autocrítica de Gareca no solo resalta su deseo de mejorar como entrenador, sino que también pone de manifiesto la importancia de la comunicación y la relación entre un técnico y sus jugadores. En un entorno tan competitivo como el fútbol, donde las emociones y la presión están a flor de piel, es crucial que los entrenadores mantengan una relación abierta y honesta con sus futbolistas.
### Impacto en la carrera de Gareca
El paso de Gareca por la Selección Chilena, aunque marcado por dificultades, también ha sido una experiencia de aprendizaje. Su capacidad para reflexionar sobre sus errores y reconocer sus fallas es un signo de madurez profesional. A pesar de los resultados negativos, Gareca ha demostrado que es un entrenador que se preocupa por el bienestar de sus jugadores y que está dispuesto a aprender de sus experiencias.
La historia de Gareca con La Roja es un recordatorio de que el fútbol es un deporte lleno de altibajos, donde la presión y las expectativas pueden afectar tanto a jugadores como a entrenadores. Su relato invita a la reflexión sobre cómo se manejan las relaciones en el deporte y la importancia de la empatía en un entorno tan competitivo. A medida que Gareca continúa su carrera, es probable que lleve consigo las lecciones aprendidas en Chile, aplicándolas en futuros desafíos y buscando siempre la mejora continua en su labor como entrenador.