El estallido social en Chile, que tuvo lugar el 18 de octubre de 2019, sigue siendo un tema candente en la política del país, especialmente a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2025. Este evento no solo marcó un hito en la historia reciente de Chile, sino que también ha influido en las estrategias de campaña de los principales candidatos presidenciales. En este contexto, los tres candidatos que lideran las encuestas, Jeannette Jara, José Antonio Kast y Evelyn Matthei, han adoptado posturas muy diferentes respecto a este acontecimiento, lo que refleja la polarización política que vive el país.
**Las Estrategias de los Candidatos**
José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, ha sido uno de los más vocales en su crítica a la izquierda y a la violencia que se desató durante el estallido. Kast planea utilizar el aniversario del 18 de octubre como una herramienta electoral, destacando lo que considera un fracaso del gobierno de Sebastián Piñera en el manejo de la crisis. En su campaña, ha enfatizado la necesidad de un enfoque más duro contra la delincuencia y el desorden social, argumentando que la izquierda es responsable de la violencia que se vivió en las calles. Kast ha utilizado sus redes sociales para difundir mensajes que refuerzan su narrativa de que el estallido fue un acto de terrorismo y no simplemente una protesta social. Su estrategia incluye la presentación de testimonios de funcionarios policiales afectados por la violencia, buscando humanizar su discurso y conectar con el electorado que teme por la seguridad.
Por otro lado, Jeannette Jara, la candidata oficialista, ha optado por una estrategia más cautelosa. A diferencia de Kast, Jara no tiene planes de hacer del estallido un tema central en su campaña. En su equipo, han decidido tomar distancia de la conmemoración, argumentando que la narrativa de la derecha sobre la violencia no refleja la realidad de las demandas sociales que surgieron en 2019. Jara ha expresado que su enfoque se centrará en la cohesión social y en abordar las causas subyacentes que llevaron al estallido, en lugar de simplemente condenar la violencia. Esto podría ser un intento de atraer a los votantes que buscan un cambio y que están cansados de la polarización política.
Evelyn Matthei, por su parte, ha tenido que equilibrar su papel como exalcaldesa de Providencia y su posición en la actual contienda electoral. A pesar de haber estado de vacaciones en Nueva York cuando comenzaron los disturbios, su regreso anticipado a Chile para manejar la crisis la posicionó como una figura activa en la respuesta a la violencia. Matthei ha sido crítica del Frente Amplio y ha reconocido que, aunque el estallido fue organizado, también contó con un amplio apoyo popular. Su estrategia parece centrarse en la necesidad de una respuesta más efectiva a las demandas sociales, al tiempo que se distancia de la violencia.
**El Legado del Estallido Social**
El estallido social no solo ha dejado una huella en la política, sino que también ha cambiado la forma en que los chilenos ven su país y su futuro. Las demandas de justicia social, igualdad y derechos humanos que emergieron durante las protestas siguen vigentes y son parte del discurso político actual. La violencia que se vivió en las calles ha sido utilizada por algunos candidatos como un arma electoral, mientras que otros intentan desviar la atención hacia las causas que llevaron a la población a salir a protestar.
Las elecciones de 2025 se presentan como un momento crucial para Chile, donde los ciudadanos tendrán la oportunidad de decidir qué tipo de liderazgo desean. La forma en que los candidatos aborden el legado del estallido social podría ser determinante en su éxito electoral. La polarización que ha surgido en torno a este tema refleja no solo las diferencias políticas, sino también las profundas divisiones sociales que aún persisten en el país.
En este contexto, es esencial que los votantes evalúen no solo las promesas de los candidatos, sino también su capacidad para abordar las realidades complejas que enfrenta Chile. La historia del estallido social es un recordatorio de que las demandas de la ciudadanía no pueden ser ignoradas y que el futuro del país depende de la capacidad de sus líderes para escuchar y responder a esas necesidades.