El 10 de julio, José Antonio Kast sorprendió al nombrar a Jorge Quiroz como coordinador de su equipo económico. Solo tres días después, Quiroz presentó una propuesta clave: un recorte de gasto fiscal de US$ 6 mil millones en un plazo de 18 meses. Esta medida ha generado un intenso debate en el ámbito político, convirtiéndose en un hito de la campaña del candidato republicano. Kast ha defendido su propuesta en debates y seminarios, pero también ha enfrentado críticas tanto del oficialismo como de su propia coalición, Chile Vamos.
### La Propuesta de Recorte Fiscal
La propuesta de Kast ha sido recibida con escepticismo. El Presidente Boric, en un discurso transmitido por cadena nacional, calificó la medida de «irresponsable» y cuestionó la viabilidad de realizar un recorte de tal magnitud sin afectar beneficios sociales. Según Boric, es imposible reducir US$ 6 mil millones sin comprometer derechos sociales, como la Pensión Garantizada Universal (PGU). Esta crítica ha sido respaldada por varios ministros y figuras políticas que han señalado la dificultad de implementar un ajuste fiscal de esta envergadura en un tiempo tan corto.
Los detractores de la medida argumentan que el 92% del gasto público actual corresponde a obligaciones legales, lo que hace que un recorte significativo sea prácticamente inviable. Sin embargo, dentro del comando de Kast, algunos sostienen que el ajuste es necesario y posible. Una fuente cercana al candidato afirmó que reducir el gasto en un 6% es factible y que el gasto público propuesto para 2026 es de US$ 90 mil millones, lo que haría que el recorte propuesto equivalga a devolver el gasto a niveles de 2023.
A pesar de las críticas, Kast ha mantenido su postura, afirmando que será juzgado por la ciudadanía y los parlamentarios en 18 meses. Sin embargo, la presión por detallar cómo se llevaría a cabo el recorte ha aumentado, especialmente por parte de la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, quien ha cuestionado la falta de claridad en el plan económico de Kast.
### Estrategia y Reacciones del Comando de Kast
El comando de Kast ha intentado centrar la campaña en unos pocos temas clave, evitando abrir demasiados frentes en lo económico. Inicialmente, se optó por no proporcionar detalles sobre el recorte fiscal, pero la presión del oficialismo ha llevado a un cambio en esta estrategia. Jorge Quiroz, en entrevistas recientes, ha comenzado a detallar cómo se planea alcanzar el recorte de US$ 6 mil millones. Según él, el plan se divide en tres áreas: frenar abusos en licencias médicas, mejorar la eficiencia del Estado y aplicar austeridad en el manejo de recursos públicos.
A pesar de los esfuerzos por explicar la propuesta, algunos asesores de Kast han admitido que el compromiso de realizar el recorte en solo 18 meses ha generado preocupaciones internas. Un asesor reconoció que el corto plazo para cumplir con la meta es un «flanco» abierto que podría complicar la campaña. La estrategia de no entrar en detalles ha sido criticada, y la presión por ofrecer cifras concretas ha aumentado.
La respuesta del comando ha sido que el recorte no afectará los beneficios sociales, un punto crucial para mantener el apoyo popular. Sin embargo, la percepción de que el recorte podría impactar en áreas sensibles como salud y educación sigue siendo un riesgo. Un asesor de la campaña ha señalado que es fundamental comunicar que no se afectarán estos beneficios, ya que son de gran importancia para la población.
En el contexto actual, donde el abuso de licencias médicas y otros fraudes sociales son temas candentes, la idea de recortes fiscales ha encontrado cierta resonancia en la opinión pública. Sin embargo, la complejidad de implementar un ajuste de tal magnitud plantea desafíos significativos. La discusión sobre los detalles del recorte es vista como un debate técnico que podría no resonar con la mayoría de la población, pero que podría tener repercusiones en la percepción de la candidatura de Kast.
La gran incógnita que persiste es si Kast moderará su propuesta en caso de avanzar a una segunda vuelta electoral. Algunos analistas sugieren que, si se enfrenta a Matthei, podría ser necesario negociar un enfoque más conciliador que no comprometa el gasto social. Sin embargo, dentro del comando de Kast, se sostiene que no se renunciará a la cifra de US$ 6 mil millones, ya que hacerlo podría interpretarse como una debilidad.
La situación actual plantea un escenario complicado para Kast, quien debe equilibrar la ambición de su propuesta con la necesidad de mantener el apoyo popular y evitar que su plan se convierta en un lastre político. A medida que se acercan las elecciones, la presión por detallar y justificar el recorte fiscal se intensificará, y el candidato deberá navegar cuidadosamente entre las expectativas de sus seguidores y las críticas de sus oponentes.