La situación financiera de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en Chile ha generado un intenso debate en el Congreso, especialmente tras la reciente exposición del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga. Durante su intervención ante la segunda subcomisión mixta de Presupuesto, Iturriaga reveló un déficit fiscal alarmante que alcanza los $40 mil millones. Esta situación ha llevado al vicepresidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, a instar al Ejecutivo a acelerar el traspaso de recursos necesarios para el funcionamiento de las FF.AA.
Lagos Weber, miembro del Partido por la Democracia (PPD), enfatizó que la preocupación por la falta de recursos no es exclusiva de la oposición. «Una cosa es el Presupuesto 2026, y sobre eso no hubo mucha cuestión, para ser franco. Lo más importante es que hay recursos que deben transferírsele a las Fuerzas Armadas este año y que no han llegado», afirmó. Este llamado a la acción se produce en un contexto donde se discuten reformas constitucionales que permitirían el despliegue de efectivos militares en las fronteras, lo que podría incrementar aún más los gastos de la institución.
La crítica situación financiera de las FF.AA. se ve agravada por las tareas adicionales que han asumido en las zonas fronterizas del norte y el despliegue en la Macrozona Sur. Iturriaga dejó claro ante los diputados que las ramas militares están enfrentando serios problemas de financiamiento: «No estamos en condiciones de terminar el año. Es algo que se ha venido hablando, nuestras autoridades lo conocen y que indudablemente debiéramos abordarlo, porque no tenemos ninguna solución».
Desde el Ejecutivo, se ha argumentado que los recursos están disponibles y que se están desarrollando mecanismos para garantizar su entrega a tiempo. Sin embargo, la falta de claridad sobre los tiempos de transferencia ha generado desconfianza y preocupación entre los líderes militares. La situación se complica aún más con la necesidad de asegurar la seguridad en un contexto electoral y ante la creciente presión social por mejorar la seguridad pública.
### La Reacción del Gobierno y la Oposición
La respuesta del gobierno ante la crisis financiera de las FF.AA. ha sido objeto de críticas tanto desde la oposición como desde algunos sectores dentro del oficialismo. Mientras que algunos funcionarios del gobierno aseguran que los recursos están disponibles, otros advierten sobre la necesidad de una revisión más profunda del presupuesto militar. La falta de consenso sobre cómo abordar esta crisis ha llevado a un clima de incertidumbre que podría tener repercusiones en la seguridad nacional.
La propuesta de Lagos Weber de dejar pendiente el presupuesto militar ha sido respaldada por varios senadores de la oposición, quienes argumentan que es fundamental priorizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, otros legisladores han expresado su preocupación de que esta decisión podría llevar a un debilitamiento de las capacidades operativas de las FF.AA. en un momento crítico.
La discusión sobre el presupuesto militar también se ha entrelazado con el debate más amplio sobre la reforma constitucional que permitiría el despliegue de las FF.AA. en las fronteras. Esta reforma, que se espera sea discutida en el Congreso en los próximos meses, ha generado opiniones divididas. Algunos argumentan que es necesario para enfrentar la creciente inseguridad en las fronteras, mientras que otros advierten que podría llevar a un aumento de los gastos militares en un momento en que las FF.AA. ya enfrentan dificultades financieras.
### Implicaciones para la Seguridad Nacional
La crisis financiera de las FF.AA. no solo afecta a los militares, sino que también tiene implicaciones significativas para la seguridad nacional. La incapacidad de las fuerzas armadas para cumplir con sus funciones básicas podría resultar en un aumento de la inseguridad en el país, especialmente en áreas donde se requiere un fuerte despliegue militar.
Además, la falta de recursos podría afectar la moral de las tropas, lo que a su vez podría impactar su capacidad para llevar a cabo operaciones efectivas. La situación es aún más preocupante considerando el contexto de creciente violencia y crimen organizado en algunas regiones del país.
La presión sobre el gobierno para resolver esta crisis es inminente. Los ciudadanos esperan que se tomen decisiones rápidas y efectivas para garantizar que las FF.AA. cuenten con los recursos necesarios para operar de manera efectiva. La seguridad de la nación depende en gran medida de la capacidad de las fuerzas armadas para cumplir con su misión, y la falta de financiamiento podría tener consecuencias graves en el futuro cercano.