En la comuna de San Ignacio, ubicada en la región de Ñuble, un grupo de aproximadamente 60 familias enfrenta una situación desesperante debido a la paralización de la construcción de sus viviendas sociales. Este problema ha generado un gran descontento y angustia entre los afectados, quienes han esperado durante años por la entrega de sus casas, las cuales ya han sido completamente pagadas. La presidenta del Comité Nuevo Horizonte, Elisabeth Morales, ha denunciado que la constructora encargada de la obra abandonó el proyecto el año pasado, dejando las viviendas a medio terminar y, por lo tanto, inhabitables.
Las familias involucradas han expresado su frustración y desilusión, ya que han invertido no solo su dinero, sino también sus esperanzas en un hogar que nunca llegó a materializarse. Según Morales, la situación es aún más alarmante, ya que las casas, que deberían haber sido entregadas en diciembre del año pasado, presentan graves falencias estructurales. «Es triste ver nuestras casas en las condiciones en que están. Lo más grave de todo esto es que es un fraude. Lo más insólito es que nuestras casas están 100% pagadas y figuran como si estuvieran terminadas», declaró la presidenta del comité.
La falta de supervisión por parte del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) ha sido otro punto crítico en esta problemática. Los vecinos han señalado que la entidad no realizó las fiscalizaciones necesarias para garantizar que la constructora cumpliera con sus obligaciones. Esto ha llevado a que muchos de los afectados se sientan abandonados por las autoridades, quienes deberían velar por el bienestar de los ciudadanos.
### Las Consecuencias de la Abandono de Obras
La situación de las viviendas en San Ignacio no solo afecta a las familias en términos de la falta de un hogar, sino que también ha generado un impacto emocional significativo. Muchas de estas familias han estado esperando durante más de 16 años para recibir sus casas, y la noticia de que la construcción ha sido abandonada ha sido devastadora. Morales mencionó que algunos de los miembros del comité han fallecido sin haber podido ver cumplido su sueño de tener un hogar propio, lo que añade un matiz trágico a esta situación.
Las imágenes de las viviendas, que han sido captadas por los medios de comunicación, muestran un panorama desolador. Las casas están incompletas, con estructuras que presentan fallas evidentes y un sistema de alcantarillado que aún no ha sido concluido. Esto plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la habitabilidad de las viviendas, que deberían haber sido un refugio para estas familias.
Además, la presidenta del comité ha señalado que la constructora no solo abandonó el proyecto, sino que también dejó de pagar a sus trabajadores y proveedores, lo que ha contribuido a la paralización de las obras. Esta falta de responsabilidad ha llevado a que los recursos públicos destinados a la construcción de estas viviendas se malutilicen, dejando a las familias en una situación de vulnerabilidad extrema.
### Reacciones y Demandas de los Afectados
La indignación de los afectados ha llevado a que se organicen manifestaciones y demandas para exigir respuestas y soluciones. Las familias han solicitado a las autoridades que se tomen medidas inmediatas para reanudar la construcción de sus viviendas y que se realicen las fiscalizaciones necesarias para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La falta de acción por parte de Serviu ha sido un punto focal en sus reclamos, ya que consideran que la entidad tiene la responsabilidad de garantizar que los proyectos de vivienda se lleven a cabo de manera adecuada.
El caso de San Ignacio es un reflejo de una crisis habitacional más amplia que afecta a muchas regiones de Chile. La falta de viviendas asequibles y la ineficiencia en la ejecución de proyectos de vivienda social han llevado a que muchas familias se encuentren en situaciones similares, esperando años por un hogar que nunca llega. La situación se complica aún más por la creciente demanda de viviendas en el país, lo que hace que la necesidad de soluciones efectivas sea más urgente que nunca.
Las familias de San Ignacio han decidido no rendirse y continúan luchando por sus derechos. Han hecho un llamado a la comunidad y a las autoridades para que se les brinde el apoyo necesario y se les ayude a recuperar lo que les corresponde. La esperanza de un hogar propio sigue viva, a pesar de las adversidades que enfrentan. La historia de estas familias es un recordatorio de la importancia de la transparencia y la responsabilidad en la gestión de proyectos de vivienda social, así como de la necesidad de una mayor supervisión por parte de las autoridades competentes.