La temporada de cerezas en Chile ha sido un tema de gran interés y preocupación para los fruticultores, especialmente después de los desafíos enfrentados en la última cosecha. En el año anterior, el optimismo inicial se transformó en desilusión cuando las expectativas de una temporada récord se vieron frustradas por problemas de calidad y un exceso de oferta que afectó drásticamente los precios. Este artículo explora la situación actual del mercado de cerezas y las proyecciones para la próxima temporada, así como los desafíos laborales en el sector agrícola.
La temporada pasada, los fruticultores chilenos se preparaban para una cosecha que prometía ser histórica, con un récord de exportación de 125,2 millones de cajas. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. Los problemas de calidad en las primeras partidas de cerezas llevaron a una caída en los precios, que se desplomaron de un promedio de 5 dólares por kilo a apenas 2,5 dólares. Esto resultó en una pérdida estimada de 1.500 millones de dólares en valor, un golpe significativo para los productores que habían invertido en la cosecha con altas expectativas. Ramón Achurra Larraín, un destacado empresario del sector, reconoció que la temporada anterior fue un «desastre» y expresó su deseo de que la próxima cosecha no repita esos errores.
### Proyecciones para la Nueva Temporada de Cerezas
Con la mirada puesta en la nueva temporada, Achurra se muestra cautelosamente optimista. A pesar de las lluvias recientes que han afectado algunas localidades, como Codegua y San Francisco de Mostazal, se espera que la producción sea relativamente normal. Las proyecciones indican que se podrían exportar entre 130 y 140 millones de cajas de cerezas. Sin embargo, Achurra advierte que es crucial evitar un exceso de producción, ya que esto podría llevar a una nueva caída de precios. La experiencia del año anterior ha llevado a los productores a reflexionar sobre la necesidad de una mejor organización en la exportación, aunque los intentos de establecer acuerdos entre los exportadores no han tenido éxito hasta ahora.
La incertidumbre sobre la calidad de la fruta también persiste. Achurra menciona que a finales de octubre se comenzarán a ver las primeras cajas de cerezas en el mercado, y será en ese momento cuando se podrá evaluar el impacto de las lluvias en los huertos. La competencia en el mercado chino, que es el principal destino de las cerezas chilenas, también es un factor a considerar, ya que otros países, como Perú, están aumentando su producción y calidad, lo que podría afectar la posición de Chile en el mercado.
### Desafíos Laborales en el Sector Agrícola
Otro aspecto crítico que ha surgido en el sector agrícola es la situación de los temporeros, especialmente aquellos que son migrantes. La necesidad de mano de obra en el campo es apremiante, y muchos productores, incluido Achurra, han señalado que la falta de regulación para los trabajadores migrantes puede llevar a problemas en la producción. La propuesta de otorgar visas temporales de trabajo para estos trabajadores ha sido discutida, pero la implementación sigue siendo un desafío.
Achurra destaca que muchos de los temporeros son trabajadores muy dedicados, dispuestos a trabajar más horas de las que se les piden. Sin embargo, también reconoce que hay una gran cantidad de trabajadores indocumentados que ingresan al país de manera ilegal. Esto no solo plantea problemas legales, sino que también puede afectar la calidad de la mano de obra disponible. La falta de regulación y la presencia de intermediarios en el proceso de contratación pueden dar lugar a irregularidades, como el incumplimiento de pagos.
A pesar de estos desafíos, Achurra se muestra optimista sobre la capacidad del sector para adaptarse y superar las dificultades. La experiencia acumulada y la necesidad de una mayor organización en la producción y exportación son pasos necesarios para asegurar un futuro más estable para los fruticultores chilenos. La próxima temporada de cerezas será un testimonio de la resiliencia del sector y de su capacidad para aprender de los errores del pasado. Con un enfoque en la calidad y una mejor planificación en la producción, los fruticultores esperan que esta temporada sea más exitosa y menos problemática que la anterior.