El reciente decreto firmado por el presidente argentino Javier Milei ha abierto un nuevo capítulo en las relaciones militares entre Argentina y Estados Unidos. Este decreto autoriza la entrada de fuerzas estadounidenses en territorio argentino para llevar a cabo un ejercicio militar conjunto denominado «Operación Tridente». Este ejercicio, que se desarrollará entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre de 2025, se llevará a cabo en las Bases Navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano, y tiene como objetivo mejorar las capacidades operativas de las fuerzas armadas argentinas mediante la colaboración con las Fuerzas Navales Especiales de Estados Unidos.
El decreto, publicado en el Boletín Oficial, destaca que la participación de las fuerzas estadounidenses es crucial para potenciar las capacidades nacionales de Argentina. Se menciona que el ejercicio no solo se centrará en operaciones de combate, sino también en asistencia humanitaria, lo que refleja un enfoque más amplio en la cooperación internacional. Según el gobierno argentino, la no participación en este ejercicio podría afectar significativamente el adiestramiento naval en operaciones combinadas, lo que podría tener repercusiones en futuras colaboraciones militares.
Sin embargo, la decisión de Milei ha generado una ola de críticas, especialmente por no haber obtenido la aprobación del Congreso Nacional. La Constitución argentina establece que este tipo de autorizaciones requieren un proceso legislativo previo, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la legalidad del decreto. Críticos de la medida argumentan que la falta de consulta al Congreso podría sentar un precedente peligroso en la relación entre el ejecutivo y el legislativo, además de plantear preocupaciones sobre la soberanía nacional.
### Implicaciones Geopolíticas de la Operación Tridente
La participación de Estados Unidos en la «Operación Tridente» no solo tiene implicaciones para Argentina, sino que también se inscribe en un contexto geopolítico más amplio. La Armada de Estados Unidos, que enviará a sus fuerzas especiales Navy Seal, está intensificando su presencia en la región, lo que podría ser interpretado como una respuesta a la creciente influencia de China en América Latina. Durante visitas recientes a Argentina, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, ha expresado su preocupación por las organizaciones criminales transnacionales y ha enfatizado la necesidad de una cooperación más estrecha entre ambos países para abordar estas amenazas.
Además, la decisión de Milei de permitir la entrada de tropas estadounidenses se produce en un momento en que el interés de Estados Unidos en establecer una base naval integrada en el extremo sur del continente ha resurgido. Esto ha llevado a especulaciones sobre las intenciones estratégicas de Washington en la región, especialmente en un contexto donde la seguridad y la defensa son temas de creciente preocupación.
Por otro lado, la oposición a la «Operación Tridente» también ha surgido desde el ámbito local. El intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, ha manifestado su rechazo a la medida, argumentando que el territorio de Tierra del Fuego no debe ser utilizado para fines que puedan comprometer la soberanía argentina. Vuoto ha señalado que la región es crucial para la reivindicación de Argentina sobre las Islas Malvinas y ha instado al gobierno a reconsiderar su postura.
### Ejercicio Solidaridad: Colaboración con Chile
Paralelamente a la «Operación Tridente», el gobierno argentino también ha aprobado la participación de sus fuerzas armadas en el Ejercicio Solidaridad, que se llevará a cabo en octubre en Puerto Varas, Chile. Este ejercicio tiene como objetivo consolidar la cooperación entre Argentina y Chile en la respuesta a catástrofes naturales. Se enmarca en un acuerdo de cooperación firmado en 1997, que busca fortalecer la capacidad de ambos países para actuar de manera conjunta ante emergencias.
El Ejercicio Solidaridad es un ejemplo de cómo Argentina está buscando diversificar sus alianzas y colaboraciones en el ámbito militar, al tiempo que se enfrenta a críticas por su acercamiento a Estados Unidos. La participación en este ejercicio refleja un compromiso con la cooperación regional y la asistencia humanitaria, en contraste con las tensiones que ha generado la «Operación Tridente».
En resumen, la «Operación Tridente» y el Ejercicio Solidaridad representan dos caras de la misma moneda en la política de defensa de Argentina. Mientras que el primero ha suscitado controversias y preocupaciones sobre la soberanía nacional, el segundo busca fortalecer la colaboración regional en un contexto de creciente incertidumbre geopolítica. La forma en que el gobierno argentino maneje estas dinámicas será crucial para definir su posición en el escenario internacional y su relación con sus vecinos sudamericanos.