La calidad del sueño en Chile se ha convertido en un tema de preocupación creciente, especialmente en el contexto actual de estrés laboral y económico. Un reciente estudio realizado por CORPA ha revelado que un alarmante 79% de los chilenos atribuye sus problemas de sueño a estas preocupaciones, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Este fenómeno no solo afecta la salud mental y física de la población, sino que también plantea interrogantes sobre las condiciones laborales y económicas del país.
### La Crítica Situación del Sueño en Chile
Desde 2020, CORPA ha estado realizando encuestas sobre la calidad del sueño en la población chilena, y los resultados de 2025 son particularmente preocupantes. La nota promedio que los encuestados otorgan a su descanso es de 4,6 en una escala de 1 a 7, lo que indica que la mayoría de la población no está satisfecha con su calidad de sueño. Además, un 17% de los participantes ha reportado un empeoramiento en su descanso en los últimos tres meses.
Los problemas más comunes que enfrentan los chilenos incluyen sentirse agotados al despertar (3,8 días a la semana), dormir menos horas de las necesarias (4 días) y tener dificultades para conciliar el sueño (3,8 días). Un dato alarmante es que el 23% de los encuestados se despierta más de dos veces por noche, lo que indica que el mal descanso se ha cronificado en la población.
Las diferencias de género también son notables en este estudio. Las mujeres reportan una calidad de sueño promedio de 4,4, mientras que los hombres alcanzan un 4,8. Esto refuerza la tendencia observada en investigaciones anteriores, donde se ha evidenciado que las mujeres son más propensas a sufrir problemas de sueño. Además, los hábitos previos al sueño son preocupantes: un 37% de los encuestados ve televisión antes de dormir, mientras que solo un 17% opta por leer y un 12% medita.
### Consecuencias para la Salud y Recomendaciones
Los especialistas en salud han expresado su preocupación por las implicaciones que estos problemas de sueño pueden tener en la salud general de la población. Fernando Schifferli, neurólogo y experto en medicina del sueño, ha señalado que la falta de higiene del sueño, como mantener la televisión encendida antes de dormir, puede interferir con la producción de melatonina, una hormona crucial para regular el sueño. Esta situación no solo afecta el descanso, sino que también puede contribuir a problemas de salud más graves, como la obesidad, alteraciones hormonales, y enfermedades psiquiátricas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas cada noche para mantener una buena salud. Sin embargo, con el creciente estrés laboral y económico, muchas personas se ven incapaces de cumplir con esta recomendación. Para ayudar a mejorar la calidad del sueño, se sugieren varias estrategias:
1. **Establecer una rutina de sueño**: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, puede ayudar a regular el reloj biológico.
2. **Limitar el uso de pantallas**: Evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos 30-60 minutos antes de dormir puede facilitar la conciliación del sueño.
3. **Crear un ambiente propicio para dormir**: Asegurarse de que el dormitorio sea oscuro, silencioso y a una temperatura adecuada es fundamental para un buen descanso.
4. **Evitar sustancias estimulantes**: Reducir el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas antes de dormir puede mejorar la calidad del sueño.
5. **Realizar actividad física**: Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de dormir, puede contribuir a un mejor descanso.
6. **Exponerse a la luz natural**: Pasar tiempo al aire libre durante el día ayuda a regular el ritmo circadiano, lo que puede mejorar la calidad del sueño.
La situación actual en Chile respecto a la calidad del sueño es un reflejo de problemas más profundos que afectan a la sociedad. La creciente preocupación por el estrés laboral y económico no solo está impactando la salud mental de los chilenos, sino que también está afectando su bienestar físico. Es fundamental que tanto las instituciones como los individuos tomen conciencia de la importancia de un buen descanso y trabajen en conjunto para mejorar las condiciones que permiten un sueño reparador.