La trágica muerte de Matthew Perry, conocido por su icónico papel como Chandler Bing en la serie Friends, ha dejado una profunda huella en la industria del entretenimiento. Perry fue encontrado sin vida el 28 de octubre de 2023 en su hogar en Los Ángeles, y la autopsia reveló que su cuerpo contenía niveles alarmantes de ketamina, un anestésico que se ha vuelto cada vez más común en el tráfico de drogas. Este caso ha puesto en el centro de atención a Jasveen Sangha, una mujer de 42 años que se ha ganado el apodo de «reina de la ketamina» y que ahora enfrenta serias consecuencias legales por su implicación en la muerte del actor.
### La Vida de Jasveen Sangha
Jasveen Sangha, de nacionalidad estadounidense y británica, ha sido una figura conocida en el mundo nocturno de Hollywood. Durante años, asistió a fiestas exclusivas y eventos de alto perfil, lo que le permitió establecer conexiones con diversas personalidades del entretenimiento. Sin embargo, tras bambalinas, su vida era muy diferente. Sangha operaba un emporio de drogas, y su nombre se ha vinculado a múltiples incidentes relacionados con el tráfico de sustancias controladas.
En marzo de 2024, las autoridades realizaron un allanamiento en su residencia, donde encontraron una impresionante cantidad de drogas, incluyendo 79 viales de ketamina líquida, 1.7 kilos de metanfetaminas, hongos alucinógenos, cocaína y benzodiacepinas. Además, se descubrió un cuaderno que contenía registros de transacciones por miles de dólares, lo que sugiere que Sangha estaba profundamente involucrada en el tráfico de estas sustancias.
La relación de Sangha con Matthew Perry comenzó en octubre de 2023, cuando ella y otro traficante, Erik Fleming, le vendieron al actor 51 viales de ketamina por un total de 11,000 dólares. Este acuerdo se llevó a cabo a través de Kenneth Iwamasa, el asistente personal de Perry, quien también se ha visto envuelto en el escándalo y se declaró culpable de haber administrado la droga al actor en varias ocasiones.
### El Impacto de la Ketamina en la Muerte de Matthew Perry
La muerte de Matthew Perry ha puesto de manifiesto el oscuro mundo del tráfico de drogas en Hollywood y cómo las adicciones pueden ser explotadas por aquellos que buscan lucrar. La ketamina, que se utiliza comúnmente como anestésico en procedimientos médicos, ha sido objeto de un creciente abuso en la cultura de las fiestas, y su disponibilidad en el mercado negro ha aumentado en los últimos años.
La investigación sobre la muerte de Perry ha revelado que, en el día de su fallecimiento, Iwamasa le inyectó al actor al menos tres dosis de ketamina. Esto ha llevado a la fiscalía a investigar no solo a Sangha y Fleming, sino también a médicos que prescribieron la sustancia de manera irregular a Perry. Los médicos involucrados, Salvador Plasencia y Mark Chavez, también han reconocido su responsabilidad y han pactado acuerdos de culpabilidad con la Fiscalía.
El caso ha revelado una red compleja de tráfico de drogas que involucra a médicos, traficantes y personas cercanas al actor, quienes se beneficiaron de su lucha contra la adicción. La situación se complica aún más por el hecho de que Sangha intentó borrar evidencia de su implicación tras la muerte de Perry, lo que ha llevado a un escrutinio aún mayor de sus acciones.
La historia de Jasveen Sangha no se limita a la muerte de Perry. Las autoridades también la han vinculado a la sobredosis fatal de Cody McLaury, un entrenador personal que falleció en 2019 tras consumir ketamina que supuestamente provenía de su apartamento. Este patrón de comportamiento ha llevado a los fiscales a considerar a Sangha como una figura clave en el tráfico de esta sustancia en el área de Los Ángeles.
A medida que se acerca la fecha de su sentencia, el caso de la «reina de la ketamina» continúa capturando la atención del público y de los medios. La audiencia, que aún no tiene fecha definida, marcará un punto crucial en la lucha contra el tráfico de drogas en Hollywood y la explotación de las adicciones en la industria del entretenimiento. La muerte de Matthew Perry ha servido como un sombrío recordatorio de los peligros que enfrentan aquellos que luchan contra la adicción y de cómo el entorno en el que se encuentran puede influir en su destino.
La historia de Jasveen Sangha y su conexión con la muerte de Matthew Perry es un reflejo de un problema más amplio en la sociedad, donde el abuso de sustancias y el tráfico de drogas siguen siendo una amenaza constante. A medida que se desarrollan los acontecimientos, la comunidad de Hollywood y el público en general esperan respuestas y justicia en un caso que ha sacudido a la industria del entretenimiento.