La familia Briones Goich, una de las dinastías más emblemáticas del sector industrial chileno, ha decidido dar un paso definitivo hacia la salida del negocio de Cementos Bío Bío. Esta semana, se concretó la oferta de la empresa belga Carmeuse, que ha puesto sobre la mesa la impresionante suma de 505 millones de dólares para adquirir la compañía, fundada en 1957 por Hernán Briones Gorostiaga y sus socios en Talcahuano. Esta transacción marca un hito en la historia de la familia, que ha estado intrínsecamente ligada a la industria del cemento en Chile durante más de seis décadas.
La decisión de los hermanos Hernán y Pablo Briones, quienes poseen el 43,65% de Cementos Bío Bío a través de Inversiones Cementeras, de vender su participación se produce en un contexto donde la mayoría de los socios de la empresa son de avanzada edad. Además de los Briones, otros accionistas históricos como los Rozas Rodríguez y los Stein Von Unger también están incluidos en la transacción, lo que lleva a Carmeuse a alcanzar un control del 64,57% de la firma. La oferta pública de acciones (OPA) busca adquirir el 100% de las acciones, y se espera que la operación sea exitosa si logran alcanzar el 66,67% de las acciones emitidas.
### Un Legado Familiar en la Industria
La historia de Cementos Bío Bío está marcada por la visión y el esfuerzo de Hernán Briones, quien ha sido un pilar en la industria chilena. A lo largo de los años, la familia ha enfrentado diversos desafíos, incluyendo la reciente entrada de la empresa peruana Yura, que adquirió un 19% de la compañía en 2020, lo que generó tensiones internas. Esta situación llevó a los hermanos Briones a defender su participación en el negocio mediante la compra de acciones, lo que refleja la complejidad de las relaciones familiares y empresariales en el contexto de la industria.
La salida de los Briones de Cementos Bío Bío no solo representa un cambio en la estructura de propiedad de la empresa, sino que también simboliza el cierre de un capítulo en la historia industrial de Chile. Hernán Briones, quien ha expresado su amor por la actividad industrial, ha mantenido un papel activo en la gestión de la compañía, incluso desde su residencia en Lisboa, donde ha estado involucrado en otros negocios, principalmente en el sector inmobiliario. Su decisión de vender se ha visto influenciada por la falta de interés de sus hijos en continuar con el legado familiar, lo que ha llevado a una separación definitiva de los negocios heredados.
### La Transición hacia Nuevos Horizontes
La transacción con Carmeuse no solo implica un cambio en la propiedad, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades y desafíos para Cementos Bío Bío. La empresa belga, conocida por su experiencia en el sector, podría traer consigo una nueva visión y estrategias que podrían transformar la operación de la compañía. Sin embargo, la salida de los Briones también plantea interrogantes sobre el futuro de la cultura empresarial que han cultivado durante tantos años.
El proceso de venta ha sido asesorado por JP Morgan, lo que indica la magnitud de la operación y la importancia que tiene para el mercado. La OPA de Carmeuse será lanzada a más tardar el 13 de agosto de 2025, y se espera que la respuesta del mercado sea positiva, dado el interés en la cementera y su posición en la industria.
La familia Briones ha sido un referente en el sector industrial chileno, y su salida de Cementos Bío Bío marca un cambio significativo en el panorama empresarial del país. A medida que la industria se adapta a nuevas realidades y desafíos, la historia de los Briones servirá como un recordatorio del impacto que una familia puede tener en el desarrollo de un sector clave para la economía nacional. La transición hacia Carmeuse representa no solo un cambio de propietarios, sino también una evolución en la forma en que se gestionan y operan las empresas en un mundo cada vez más globalizado.